Informe

Banda Ancha: Sólo 10 líneas por cada 100 personas

Mientras que los países europeos tienen un promedio de 30 líneas instaladas por cada 100 personas, en América Latina esta cifra es bastante inferior. Costos, impuestos y conectividad, siguen siendo las principales barreras.

1 de junio de 2012


En cuanto a banda ancha móvil, países tales como Corea, Suecia y Japón tienen alrededor de una línea por persona. La penetración promedio en América Latina y el Caribe es de 15 líneas por cada 100 personas.

Los servicios de banda ancha se están expandiendo rápidamente en América Latina y el Caribe, pero la región aún marcha a la zaga de las naciones más avanzadas en términos de cobertura, acceso y adopción de servicios de tecnologías de información y comunicación provistas mediante redes inteligentes.

El informe, Construyendo puentes, creando oportunidades: la banda ancha como catalizador del desarrollo económico y social en los países de América Latina y el Caribe, es el fruto de discusiones entre el BID y una amplia gama de participantes, incluyendo empresas tecnológicas, operadoras de telecomunicaciones nacionales e internacionales, universidades y organismos multilaterales.

Mientras que Venezuela, Brasil y Argentina se sitúan entre las posiciones mas avanzadas, Paraguay, Bolivia y Bahamas se encuentran al final de la lista. Algunos países han realizado un enorme avance en los últimos dos anos, incluidos Brasil, Argentina, México, Costa Rica, Colombia, Perú y Uruguay.

Un estudio del BID halló que un incremento de 10 puntos porcentuales en la penetración de banda ancha en la región podría aumentar el producto interno bruto en un promedio de 3,2% y elevar la productividad en 2,6%.

Al mejorar la conectividad de banda ancha, abaratar los costos y ampliar el acceso a servicios, los países podrían ayudar a incrementar la competitividad de sus empresas, particularmente las pequeñas y medianas. Asimismo podrían brindar a sus ciudadanos servicios públicos más eficientes en educación y salud, especialmente para personas en zonas remotas o en segmentos de la población tradicionalmente marginados.

En la actualidad, los servicios de banda ancha son menos accesibles, más caros y menos utilizados en países latinoamericanos y caribeños que el promedio para naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En términos de penetración de banda ancha fija, los países europeos tienen un promedio de 30 líneas instaladas por cada 100 personas, casi el triple que el promedio de esta región.

En cuanto a banda ancha móvil, países tales como Corea, Suecia y Japón tienen alrededor de una línea por persona. La penetración promedio en América Latina y el Caribe es de 15 líneas por cada 100 personas.

La brecha digital es aún más pronunciada entre y dentro de los países de la región, sobre todo cuando se compara la cobertura en zonas urbanas y rurales. En algunos países, las tasas de penetración de banda ancha en las grandes ciudades son más de 10 veces más altas que en el campo.

Aunque los precios de estos servicios han caído en años recientes, los costos siguen siendo un gran obstáculo. Los usuarios de banda ancha latinoamericanos y caribeños pagan mucho más por servicios más lentos que los consumidores de países de la OCDE, donde los hogares tienen un mayor poder adquisitivo.

En algunos casos, los aranceles a las importaciones encarecen los precios de las computadoras, los teléfonos inteligentes y otros aparatos móviles, limitando su utilización por parte de empresas y personas.

Entre las soluciones que los países pueden implementar para permitir que sus ciudadanos y empresas saquen mayor ventaja de los servicios de banda ancha figura la expansión de programas para cablear escuelas, capacitar maestros en informática y brindar acceso a computadoras a los estudiantes. Algunos países han utilizado con éxito sus propios portales de servicios gubernamentales en línea para ofrecer servicios de alfabetización digital. Otros alientan a las PYME a adoptar servicios de banda ancha y a capacitar a sus empleados en su utilización.

Aunque los precios mayoristas para la transmisión de datos han caído a la mitad en América Latina y el Caribe en los últimos tres años, el promedio regional es casi seis veces más caro que en países con infraestructuras más robustas. Esto se traduce en mayores costos minoristas para servicios de banda ancha.

El nivel de precios para el servicio mayorista de Transito IP por megabit para capacidad de Gigabit Ethernet que se situá cerca de los $40 mensuales en las ciudades de América Latina mientras que en las ciudades europeas oscila alrededor de $7 mensuales. Los precios en Tokyo y Hong Kong son mucho mas bajos que en América Latina, a pesar de la mayor distancia y costo del cable submarino.

En América Latina, estos precios para el transito de datos experimentaron una caída desde $80 mensuales en 2008 a $40 mensuales en 2011, debido a un incremento del tráfico de 10 veces, de 392 Gb/s en 2006 a 4.1 Tb/s en 2010.

Los gobiernos podrían poner en práctica políticas para alentar las inversiones en la red de banda ancha dentro de sus propios territorios y entre los países de la región. Además podrían crear regulaciones que ayuden a reducir los costos de las obras civiles necesarias para ampliar las redes de banda ancha. Algunos países tienen reglas que estipulan que las empresas de servicios públicos y contratistas que hagan obras viales, ferroviarias, eléctricas o sanitarias al mismo tiempo incluyan ductos para pasar fibra óptica.

La concentración de demanda de servicios de banda ancha por parte de empresas y hogares más pudientes en las grandes ciudades ha generado una fuerte competencia entre empresas de telecomunicaciones y televisión por cable. A fin de ampliar la cobertura en zonas rurales y marginales, los gobiernos pueden crear fondos de servicio universal. Corea realizó programas de largo plazo de esa naturaleza que le permitieron convertirse en líder mundial en materia de banda ancha móvil.

Los países latinoamericanos y caribeños también necesitan modernizar su legislación sobre informática, desde aspectos como la protección de datos personales como la asignación de licencias para proveedores de servicios digitales y los marcos regulatorios que aún tratan a las telecomunicaciones y a la teledifusión como industrias separadas.

Cisco estima que el trafico de Internet en América Latina crecerá siete veces desde 2010 a 2015, con una tasa compuesta anual de crecimiento del 48%. Los precios del servicio mayorista de Transito IP dependen del juego de la oferta y la demanda.

En la actualidad, muchos de los países de la región tienen niveles de trafico internacional IP muy bajos por lo que el precio por Mbps es alto. Los precios para el transito IP se reducen a medida que el trafico aumenta, y esta tendencia se mantendrá. El aumento constante del trafico internacional IP requerirá importantes inversiones en infraestructuras en muchos mercados.

Suecia, que ocupa el primer puesto en un estudio reciente de las Naciones Unidas sobre e-government, ha puesto en funcionamiento una serie de programas para expandir la adopción y el uso de la banda ancha, incluyendo una inversión de 570 millones de euros para llevar servicios de banda ancha a pequeñas localidades y áreas de baja densidad poblacional. Además, ha lanzado un programa denominado IT in Schools con el objetivo de dar formación a 75.000 profesores de grado elemental y secundario, otro Programa Nacional de Formación IT dirigido a desempleados y,en colaboración con el sector privado, un programa dirigido al desarrollo de capacidades IT en empresas de menos de 10 empleados.