Las pequeñas y medianas empresas del país no acuden al crédito bancario.

Empresas

Baja el interés por los bancos

Las pequeñas y medianas empresas no les gusta pedir plata a los bancos. La informalidad, la principal causa.

11 de febrero de 2014

La banca nacional desde hace unos años viene impulsando programas para impulsar la bancarización en Colombia. 

Si bien este aspecto ha venido creciendo, no ha sido lo suficiente en comparación con otros países de la región latinoamericana.

Los primeros que entraron al radar de los bancos fueron los usuarios y clientes de cada corporación en especial a dos poblaciones, la primera los colombianos de bajos recursos y la segunda un trabajo de promoción en las zonas más apartadas del país.

La iniciativa también se vino promoviendo al sector empresarial, con un mayor énfasis a las pequeñas y medianas empresas del país.

En los marcos de los tratados de libre comercio que viene suscribiendo Colombia, y las dificultades de la economía internacional, llevaron al Gobierno en conjunto con la banca a crear diferentes mecanismos de apoyo para las Pymes.

Este sector en particular tiene respaldo de entidades del Estado como Bancóldex que ha desembolsado buena proporción de recursos para apoyar este segmento de la economía.

Sin embargo, los bancos no han corrido con tanta suerte y el sistema financiero colombiano tiene un bajo porcentaje de la destinación de créditos para estas empresas.

Un estudio de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, muestra que pese a la expansión del crédito comercial en los últimos años, y el crecimiento de los niveles de bancarización en el país, un porcentaje importante del segmento Pyme reporta no acceder al sector financiero.

De acuerdo con la Gran Encuesta Pyme realizada por la agremiación la cifra es superior al 50% de las empresas que no entran a hacer parte del sistema.

Esto se puede explicar, de acuerdo con la GEP, gracias a que muchas de las empresas no consideran relevante o provechoso ingresar al sector financiero, lo cual también podría ser atribuible a un factor de informalidad en la economía.

Por su parte, el bajo uso de medios alternativos de financiamiento parece sustentarse en un desconocimiento de esta clase de productos (al menos en lo atribuible al factoring).

Dicha situación demuestra que se necesita impulsar todavía más las políticas públicas encaminadas a mejorar la educación financiera del país, y que se deben analizar aspectos a nivel regulatorio que favorezcan el acceso de este tipo de empresas al sector financiero.

Así, las Pymes podrían apalancarse en el sector financiero como una plataforma para incrementar sus posibilidades de crecimiento empresarial.

La mayoría de los encuestados afirmaron que no necesitaban el crédito bancario (más de un 70%) y la segunda razón que se esgrimió, aunque lejos del porcentaje de la respuesta anterior, fueron los elevados costos financieros con un porcentaje promedio del 23% para los tres macro-sectores en el primer semestre de 2013.

Adicionalmente, para la medición del primer semestre de 2013 se interrogó sobre los motivos para no utilizar el factoring.

Ante esto, cerca del 40% de las Pymes adujeron como principal explicación el desconocimiento del producto, siendo ésta la respuesta preferida sobre otras referentes a los costos y el acceso.

Según Asobancaria, el número de empresas con al menos un producto financiero llegó a 600.000 al corte de junio de 2013 (creciendo al 9.4% anual promedio en 2008-2013), de las cuales 176.689 contaban con un crédito comercial y 6.450 con un microcrédito.