Política monetaria

Bajas tasas de interés: ¿estimularán la inversión privada?

¿Podrá el gobierno luchar contra sus propios demonios y el bajón de la economía mundial para mantener altas tasas de inversión y con ello soportar el crecimiento?

Daniel Niño Tarazona
27 de mayo de 2015

El país logró crecimientos superiores al 4,5% en los últimos años sosteniendo niveles de inversión en relación con el PIB que fueran similares a los de Asia, es decir cercanos a 30%. La inversión sigue siendo pilar clave y decisivo para sostener el crecimiento hasta 2018. Para ello el gobierno desea mantener bajas las tasas de interés.

En la medida que las tasas de interés permanezcan bajas, se crean las condiciones necesarias para que el sector privado encuentre atractivo invertir y beneficioso hacerlo a través de deuda o financiación.

Sin embargo, actualmente hay múltiples ejemplos de países donde las bajas tasas de interés no parecen estar promoviendo la inversión en la forma esperada. Los casos más evidentes son aquellos en que se presentan niveles de  tasas de interés similares a la inflación o incluso por debajo, es decir tasas reales mínimas, y la inversión no se reactiva. Para no ir muy lejos, con el crecimiento de Chile del primer trimestre la inversión en maquinaria y equipo decreció 7,4% anual y por séptimo trimestre la formación bruta de capital se contrajo.

Producto de la frustración, ha ganado relevancia preguntarse el papel que en la inversión juega la confianza y la percepción de los empresarios sobre las condiciones económicas actuales y futuras.

¿Por qué las bajas tasas de interés en los últimos años no promueven una mayor confianza?

Puede ser por el significativo cambio tecnológico que está generando mucha incertidumbre en los empresarios, pero a la fecha hay más interrogantes que respuestas.

Para Nicolás Magud, del Fondo Monetario Internacional, América Latina desde 2011 tiene una caída de la inversión con relación al PIB. Al evaluar las razones, Magud usa modelos que incorporan la rentabilidad, los flujos de caja, el apalancamiento y la deuda para cerca de 500 mil empresas de la región y como novedad añade a su modelo variables macroeconómicas.

Dentro de las variables macroeconómicas, la oferta de capital internacional y los mayores precios de las materias primas juegan un papel destacado en la inversión real del sector privado en la región. Según Magud, el precio de exportación de las materias primas explica casi la totalidad de la caída del peso de la inversión en el PIB en la región que se ha observado en los últimos años.

Basado en lo anterior, reconoce que el panorama es desalentador. La posibilidad que en Estados Unidos suban las tasas de interés y se afecte la oferta de capital internacional o que los precios de las materias primas no mejoren, le llevan a sugerir medidas de política que impulsen la inversión. Ello implica subir las históricamente bajas tasas de ahorro doméstico.

Razones no le faltan. Si Chile va un poco mejor a lo esperado, con todo y la caída en la inversión, es porque ha podido impulsar la economía con gasto público y disminuyendo sus importaciones.

En Colombia, el gobierno tiene menos musculo fiscal y requiere buscarse nuevos ingresos para mantener su gasto. Sin embargo, más impuestos minan la confianza y le restan competitividad a las empresas y a sus oportunidades de crecimiento.

Guillermo Perry en su entrevista con la Asociación Colombiana de Petróleos ha sido claro “si la regla fiscal la hubiera operado desde 2005, habríamos ahorrado bastante y tendríamos un colchón”. La formula mediante la cual el país ahorraba parte de sus ingresos extraordinarios por la bonanza apenas se vino a aprobar en 2011.

¿Cómo pinta la inversión privada en 2015?

No muy bien,  en abril por segundo mes la confianza empresarial en Colombia siguió disminuyendo por baja demanda interna y externa. Hay una caída en la situación económica de las empresas y un aumento de los inventarios de los comerciantes así como, se percibe un valor en dólares bajo en las exportaciones y una expectativa negativa de futuros pedidos. Los exportadores no están pudiendo aprovechar todo lo quisieran la mejor la rentabilidad  de exportar con una mayor tasa de cambio y el gobierno necesita una nueva reforma tributaria.