Las oficinas de la Dian tiene filas ordenadas pero enormes. En esta del centro comercial Bima en Bogotá, la espera para obtener un RUT es de cuatro horas.

Avalancha de registros tributarios

Las oficinas de la Dian están a reventar. Hay una ola inusual de solicitudes de Registro Único Tributario, RUT, por cuenta de las ‘pirámides’. ¿Qué ocurre?

11 de agosto de 2008

Una verdadera avalancha de solicitudes de registros se produjo en estos últimos días en la Dian en todo el país. La razón está en que las ‘pirámides’ más importantes del país les pidieron el Registro Único Tributario, RUT, a sus asociados para retirar las devoluciones de dinero.

Solamente en el sitio de atención Bima, al norte de Bogotá, se atienden entre 1.500 1.800 solicitudes diarias de registro en el RUT, muy por encima de las cifras normales.

La Dian les está haciendo un seguimiento cercano a las ‘pirámides’, de manera que ahora las transacciones entre esas empresas y sus asociados deben estar completamente registradas para que no haya problemas de evasión.

“La Dian no tiene auditores en esas empresas”, le confirmó a Dinero.com un vocero de la oficina de Impuestos Nacionales. Sin embargo, les está haciendo un seguimiento estrecho, una tarea que se puede hacer de manera electrónica con los datos del Muisca.

Además del registro, las personas que están en las pirámides, tendrán que hacer sus cuentas para saber si por efecto de las cuantías que reciben, quedan obligados a declarar renta o a pagar impuestos. De hecho algunas 'pirámides' ya hacen retención en la fuente sobre lo que les pagan a los asociados. Las normas actuales establecen que quienes tengan ingresos anuales superiores a $30,88 millones deben presentar su declaración de renta.

A pesar del riesgo permanente de que las pirámides defrauden a sus asociados, lo cierto es que aún hoy hay personas que venden sus carros y sus casas para entregarles el producto de la venta a estas organizaciones. Así se lo atestiguaron a Dinero.com algunas de las personas que esperaban su turno en uno de los puntos de atención de la Dian.

Para algunas de esas personas, el hecho de que estos negocios les pidan el RUT sería el primer paso para formalizar la actividad. Predicen que tarde o temprano acabarían operando como lo hacen algunas cadenas de supermercados internacionales, en los que los aportantes reciben descuentos sobre lo que compran y una especie de dividendos sobre las utilidades del almacén.

Sin importar cuál sea al próximo paso que den las ‘pirámides’, para el fisco nacional, esta ola de registros se convirtió en un beneficio inesperado. Cientos de miles de colombianos comenzarán a aparecer en las bases de datos de la oficina de impuestos. Los nuevos registrados no necesariamente tendrán que pagar impuestos, pero una parte de sus transacciones comenzará a figurar sobre la mesa.

La formalización tributaria de estas personas puede ayudar a reducir la evasión. “En impuesto de renta venimos de niveles estimados de evasión cercanos al 36% en 2002. Pasamos a 30% en 2007 y esperamos cerrar 2008 con un 28%”, dijo el director de la Dian, Oscar Franco, hace unas semanas, posiblemente sin contar con la ola de solicitudes. La meta de la Dian es la de llegar a 20% de evasión, que se considera un estándar internacional aceptable.

Con estos registros, será más fácil conseguir que el país regularice su estado de impuestos.