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GUERRA COMERCIAL

Trump amenaza su reelección

Los aranceles que el presidente de Estados Unidos anunció para los productos de México representan costos adicionales a los consumidores norteamericanos, lo que podría amenazar su reelección. López Obrador reacciona, y el mundo se preocupa por el crecimiento.

9 de junio de 2019

La campaña de reelección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le está pasando una costosa factura al comercio mundial y tiene tambaleando el crecimiento, que ya evidencia su fragilidad.

Pocos días antes de oficializar su postulación para un nuevo periodo en la Casa Blanca, el mandatario anunció el 30 de mayo, por medio de Twitter, que a partir del lunes 10 de junio impondrá aranceles a los productos importados de México; estos gravámenes comienzan en 5% y aumentarán cada mes hasta llegar el 1 de octubre al 25%.

Defendió esta drástica restricción comercial con un argumento que suena un poco absurdo: México no ha frenado la ola de migrantes centroamericanos que ingresan a diario a Estados Unidos.

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Al cargar contra uno de sus principales aliados, Trump alteró los mercados de valores, frenó millonarias inversiones y devaluó las monedas. El peso mexicano se cotizó este jueves a 19,7 por dólar y muchos temen que llegará a 20 en unos días.

No es un tema nuevo, pues el año pasado el mandatario de Estados Unidos lanzó su guerra comercial contra China, que terminó con millonarios aranceles cuando ese país respondió con la misma moneda. Pero esta vez la mayor preocupación es el impacto en el crecimiento global.

Trump ha dicho que mientras el Gobierno mexicano, que preside Andrés Manuel López Obrador, no mejore el control migratorio, castigará al país con mayores aranceles.

En la antesala de la reunión del G7 en Japón, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, divulgó este miércoles un informe que calcula el impacto que tendrá la guerra comercial entre China y Estados Unidos: podría costar en 2020 un 0,3% del crecimiento global. Y si a esta cifra se suman los aranceles anteriores, llega a 0,5%, es decir, una cantidad aproximada de US$455.000 millones, que supera en tamaño a una economía como la de Sudáfrica, asegura el diario The New York Times.

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Según Lagarde, las medidas comerciales llegan en el peor momento para la economía y constituyen “heridas autoinfligidas que golpean más la recuperación mundial”.

Para México puede resultar un golpe económico contundente. Ese país tiene a Estados Unidos como su principal mercado, y el año pasado le vendió US$346.000 millones. Un aumento en los aranceles debilitaría su crecimiento. El banco central de México calcula que el aumento del 5% en los impuetos a sus exportaciones hacia Estados Unidos equivale a costos adicionales de US$18.000 millones.

Si el arancel sube a 10%, la cifra se duplicaría, pero todavía sería tolerable para la economía mexicana. Pero si llega al 25%, costaría US$90.000 millones, lo que golpearía directamente su economía y el país podría entrar en recesión, como han advertido varios analistas aztecas.

Presidente de México.

Pero todos saben que no solo la economía mexicana quedaría duramente resentida. Ese país es el principal proveedor de televisores, tomates frescos, aguacates, dispositivos médicos, automóviles y prendas de vestir, entre otros, y una subida de aranceles perjudicaría el bolsillo de los estadounidenses. Sería como un tiro en el pie para ellos, incluidos los electores de Trump.

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Texas, California, Michigan, Ohio e Illinois, que están entre los más ricos de Estados Unidos, resultarían muy afectados. De manera gráfica, el senador republicano John Cornyn le dijo al diario The New York Times que, si llevan esta amenaza a la realidad, sería como “apuntar una pistola a nuestra cabeza”.

El Gobierno mexicano, que preside Andrés Manuel López Obrador, desplegó esta misma semana su artillería diplomática para frenar las decisiones y sigue negociando con Washington para desactivar esta bomba de tiempo. Mientras tanto, la FED anunció el 4 de junio su disposición para evitar el daño económico que podría producir la guerra comercial. Los expertos han leído en ese anuncio que la FED está lista a bajar aún más las tasas si escala este conflicto.

Para el presidente de Estados Unidos la mayor preocupación es lograr su segundo periodo. Pero para el resto del mundo realmente está en juego la estabilidad de la economía global.