Los intereses de la FED

La FED mantuvo los tipos de interés en EEUU, de momento, prefiere dar un poco más de tiempo y ver si la moderación del crecimiento lleva consigo una disminución de la inflación. Si bien el mercado y los analistas consultados daban por hecho que no los subirían, el mensaje de Bernanke fue claro al afirmar que aún continúan las preocupaciones por presiones inflacionistas.

Una futura subida o bajada de tipos va a depender, claramente, de la evolución que tenga tanto la inflación como el crecimiento. En esta reunión la FED ha sido contundente al afirmar que el crecimiento económico continua moderándose debido, principalmente, a la desaceleración del sector inmobiliario, sin un derrumbe claro de los precios, el consumo se mantiene estable y la inflación ha disminuido, por una corrección del precio del petróleo y otras materias primas, que se sitúan más o menos en los mismos niveles que había en marzo.

La Reserva Federal se encuentra preocupada por el comportamiento de la inflación subyacente (sin alimentos y energía), la cual continúa elevada y la FED creía poderla mantener a mediano plazo en niveles del 1 o 2%, pero en el mes de julio el dato fue del 2.4%, encaminándose a cerrar el año entre el 2.4% y el 2.8%. Esto lleva a que para Bernanke sea difícil bajar tipos con una inflación subyacente por encima del 2%, aunque el crecimiento logre ralentizarse.

La dificultad de la situación económica actual radica en que el crecimiento se ralentice, pero esto no lleve a una bajada significativa de la inflación. Sólo una desaceleración mayor a la esperada, que haga prever una recesión, podría llevar a una bajada de tipos, pero un escenario así sería negativo para las bolsas; sin embargo ayer la euforia se dejó notar y las bolsas aprovecharon para subir, ignorando todos estos riesgos. El dólar continua devaluándose y el petróleo se sitúa en su nivel más bajo en seis meses, 61 dólares.