La calidad en las organizaciones colombianas

Nelson Vásquez, lector de Dinero.com, dice que las empresas colombianas están adotando medidas para afrontar los nuevos retos de la globalización.

15 de noviembre de 2005

Los continuos cambios que en materia económica se están dando a nivel mundial, y que son evidentes a través de la eliminación de las barreras entre las naciones poniendo de manifiesto la globalización o la apertura de todo tipo de transacciones entre organizaciones y países, exige de las empresas la implantación de procesos y métodos de trabajo que mejoren la calidad de los productos o servicios que suministran para lograr niveles de satisfacción óptimos de las necesidades, deseos y expectativas de cada tipo de clientes, que al igual que aquellas también es más globalizado.

Ante esta situación las empresas ubicadas en los países con altos índices de desarrollo económico tienen grandes ventajas por tener a la mano los beneficios que reportan los continuos avances tecnológicos que cada una de estas economías propicia mediante el apoyo que brinda a los sectores claves, tales como el educativo, social y productivo, para el florecimiento de nuevas investigaciones y para la apropiación de nuevos conocimientos tecnológico. Estas ventajas impulsan el progreso de estas naciones como sociedades capaces de afrontar el cambio. También repercuten en cada una de sus organizaciones productivas reportando amplios niveles de competitividad y desarrollo empresarial. Son estas organizaciones las primeras beneficiadas con el modelo aperturista de mercados que se manifiesta en nuestros días.

Sin embargo, aunque en algunas ocasiones de forma tardía, las bondades de los avances en los diferentes frentes de interés empresarial, y por ende económico, han llegado a las economías de los países que situadas en puestos secundarios, y aún terciarios, dentro de la escala de desarrollo industrial y tecnológico, despertando el interés de los gobiernos por forjar mecanismos que faciliten o posibiliten el libre desarrollo de las iniciativas privadas, así como la apropiación por parte de los empresarios de las nuevas tendencias y nuevos conocimientos, como pilares fundamentales para el crecimiento económico y para el desarrollo humano. Este es el caso de Colombia, que a través de la participación en distintos bloques de integración económica y de las alianzas comerciales y de intercambio de tecnologías ha reportado avances progresivos en la implantación de los mecanismos a los que se ha hecho alusión, concientizando al empresario nacional de la importancia de llevar a cabo procesos y métodos de trabajo eficientes alimentados por tecnologías de punta y por un talento humano más capacitado de cara a los nuevos retos comerciales, de tal forma que puedan dar a las organizaciones un mejor posicionamiento a escala global.

En Colombia la implantación de nuevos modelos de calidad ha surgido como respuesta a los retos que plantea el gran nivel competitivo con el cual se deben afrontar las nuevas tendencias económicas, y aunque no es muy generalizada esta tendencia si se han presentado progresos en la materia, prueba de ello es el avance en la creación de valor económico reportado por este medio informativo en asociación con la firma Stern Stewart & Co. precursora del EVA (indicador del valor económico agregado, economic value added, por sus siglas en inglés), la expansión en los mercados que han tenido empresas como Alpina, Colombina, Colanta, entre otras que hoy hacen presencia con sus marcas de productos en los mercados de países vecinos como ecuador, Venezuela y Centroamérica, y el desarrollo de la pequeña y mediana empresa que con el apoyo de organismos estatales de fomento empresarial, representan un considerable potencial exportador. Pero aún el camino que queda por recorrer es muy largo, estamos en los principios, en los fundamentos básicos para sostener niveles de calidad que lleven a nuestras empresas a ser más competitivas, pues el mercado así lo exige y es prioritario para nuestro desarrollo. Se necesita mirar más allá de una simple certificación o de un simple aseguramiento como requisito de mantenimiento; lo fundamental es ir más allá de ello y acoger la calidad y sus principios como bases o directrices fundamentales de la cultura empresarial, solo así se pueden alcanzar niveles de vanguardia.

Creo que los avances han sido importantes, por lo expuesto en estos cortos párrafos mi respuesta es sí.

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