Innovación e inclusión generan crecimiento

7 de febrero de 2007

Si realizamos una rápida retrospectiva, recordaremos cómo hace tan sólo un par de décadas eran pocos los privilegiados que podían contar con una tarjeta de débito o crédito. Hoy en día, en una economía global, donde el cambio es constante, la expansión de los sistemas de pago electrónicos ha alcanzado cifras que tiempo atrás eran inimaginables y ahora forman parte de la vida cotidiana de millones de personas. De una manera sutil pero contundente, también han comenzado a influir en los esquemas económicos e impactar positivamente en el desarrollo de diversos países.

El sistema electrónico de pagos se ha convertido en una pieza fundamental para bancarizar a la población y acercarla a productos vinculados con actividades de ahorro y préstamo. (Ver tabla 1)

Actualmente, Visa estima que el sistema mundial de pagos representa aproximadamente 15% del gasto total de los consumidores. Cada día este dato crece y se palpa en la convergencia de este sistema con las industrias de telefonía móvil, proveedores de servicios de Internet, empresas de transporte y servicios de organismos gubernamentales, así como la penetración de estos medios de pago con proveedores de productos y servicios de bajo monto transaccional.

En este contexto, resulta interesante ver el momento por el que atraviesa América Latina y el Caribe, ya que a junio del 2006, las compras realizadas con tarjetas de pago Visa en los puntos de venta alcanzaron los 96 mil millones de dólares.

Beneficios de los medios electrónicos de pago en América Latina
La evolución de los sistemas de pago electrónico en la región ha llegado a un punto en que se perfilan como un factor importante para el dinamismo comercial. Entre las contribuciones más relevantes de este sistema sobre otros, tales como el uso de efectivo, se encuentran:

· Estímulo al crecimiento económico. Existe una correlación positiva entre crecimiento de pagos electrónicos y PIB. Se estima, por ejemplo, que un crecimiento de 10% en los medios de pago electrónico incrementa en 0.5% el gasto real de los consumidores (Fuente: Global Insight 2003)
· Menores costos de transacción. Con base en su estructura de costos, los medios de pago electrónico pueden generar ahorros para una economía de hasta 1% del PIB. (Fuente: Global Insight 2003)
· Fortalecimiento de intermediación financiera. La liquidez y bancarización de una economía mejora sustancialmente al pasar de transacciones en efectivo a electrónicas, por ejemplo, por cada dólar adicional depositado, la actividad crediticia aumenta entre 10 y 15 dólares. (Fuente: Global Insight 2003)
· Mayor transparencia electrónica. Apoyan la reducción de la actividad informal con el consecuente aumento en la capacidad de recaudación fiscal de un gobierno. De igual forma, un gobierno puede adoptar pagos electrónicos para hacer más transparentar sus finanzas, mejorando la efectividad del gasto público y el combate a la corrupción.
· Mayor generación de divisas. Es bien sabido que el turismo internacional ofrece un gran potencial para generar divisas en una economía. Tan sólo hace un par de años los gastos mundiales de turismo ascendieron a US$ 728 mil millones de dólares, es decir, 7 veces el PIB de una economía como la colombiana. Por ello, la aceptación mundial y conveniencia cambiaria asociada a los medios de pago electrónicos se han convertido en un elemento indispensable de la infraestructura turística que requiere un país. (Fuente: CBC White Paper, 2004, ver Anexo 1).

Como se puede ver, el beneficio que un usuario recibe al utilizar una tarjeta de débito, crédito o prepagada va más allá de una sencilla compra. En realidad, participa activamente en el movimiento de la economía local o regional, lo cual se traduce en resultados macroeconómicos.

Así, los pagos electrónicos están atrayendo a más gente al sistema bancario por los productos de débito, prepago o crédito que ofrecen, lo cual resulta relevante si se calcula que 70% de la población alrededor del mundo aún no está bancarizada.

En este contexto, los depósitos bancarios, una liquidez mejorada y un flujo de fondos más rápido se han constituido en estímulos para el crecimiento económico. Asimismo, el sistema electrónico de pagos es cada día más incluyente y llega poblaciones lejanas, así como diversos perfiles de usuarios que van desde un hombre de negocios hasta un ama de casa o estudiante universitario. De esta manera, todos los usuarios se están convirtiendo en jugadores clave en sus economías.

Seguramente lo mejor está aún por venir y es que, más allá de sustituir al dinero en efectivo, un sistema de pagos electrónico busca proteger a los usuarios a través de sistemas de tarjetas sencillas de usar, con amplia cobertura y disponibilidad de fondos para cubrir sus necesidades. Aún con el desarrollo logrado al momento, parece que sólo estamos viendo la punta del iceberg y será interesante ver la evolución de este sistema a través de la constante evolución tecnológica que sin duda seguirá aportando beneficios tangibles.

* Presidente
Visa International
Región América Latina y el Caribe
 
 

 

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