Globalización y Desarrollo Económico

El lector de Dinero.com, Nelson Vásquez, destaca la necesidad de afrontar la globalización con desarrollos educativos y empresariales que capitalicen sus oportunidades.

16 de marzo de 2006

Cada día los requisitos son más altos para entrar en el dinamismo económico que caracteriza el nuevo orden transaccional de nuestro días, y más aún para ostentar un alto nivel industrial, tecnológico y comercial que lleve a cada economía a posicionarse dentro del plano mundial con satisfactorios signos de competitividad que propicien el crecimiento y el desarrollo de la sociedad amparados en una mejora de los niveles de vida de la población mundial.

Es un gran reto para los países cuyos niveles económicos demuestran que no han alcanzado índices aceptables de desarrollo lograr el ensanche con las nuevas estructuras y mecanismos de negociación internacional, y esquematizar un aparato productivo empresarial capaz de reaccionar ante los continuos cambios y capaz de generar los mismos para lograr avances significativos en materia de innovación tecnológica y desarrollo científico en beneficio de todos los actores sociales y del enriquecimiento progresivo y continuado de sus sistemas educativos.

La globalización pasó de ser una ideología o un evento futuro para convertirse en una realidad, en donde aquellas economías consolidadas como fuertes por sustentarse sobre sistemas estables de gobierno, apoyo al sector productivo emergente, elevados estándares de investigación y desarrollo, aparatos organizacionales y empresariales sólidos y sistemas educativos vinculados activamente al desarrollo empresarial, tienen todas las de ganar imponiendo las condiciones sobre las cuales se se desarrollan las diferentes alianzas y tratados comerciales por ser poseedores de elevados volúmenes de capital y capacidad logística para hacer frente a las nuevas tendencias y a los nuevos rumbos del progreso económico. Es evidente que Colombia como país en vía de desarrollo se encuentra en desventaja ante países como los Estados Unidos, las economías Europeas, aún economías emergentes como China y los países del sudeste Asiático caracterizados por poseer empresas transnacionales con altos índices de productividad que los hacen competitivos en materia de costos y calidad ante las empresas de este tipo de economías como Colombia cuyo fuerte no son productos y servicios con elevados porcentajes de contenido tecnológico, como si lo son los de aquellos, sino productos del sector primario o extractivo tales como café, flores, banano, carbón, petróleo entre otros, que son los propiciadores mayoritarios del volumen de exportaciones que actualmente presenta el país. Aquellos productos cuyo contenido tecnológico es apreciable solamente ahora empiezan a asomarse o a jugar un papel activo a nivel internacional.

Hacer frente a esta realidad requiere desarrollar muchas capacidades, primero, en materia política mediante el fortalecimiento de la democracia, la capacidad diplomática y de negociación por parte del gobierno y sus organismos representativos; segundo, en materia empresarial a través del apoyo al sector público y privado por parte de los organismos estatales creados para incentivar las iniciativas productivas y el acceso a nuevos mercados, así como la apertura al contacto con las nuevas tecnologías; tercero, el sistema educativo como plataforma de sostenimiento del aparato productivo mediante la preparación y capacitación de capital humano e intelectual de cara a los nuevos retos que plantea el orden económico cambiante de la actualidad; y por último, desarrollar la capacidad de surgir como sociedad unida y preparada para el cambio por medio de niveles satisfactorios en salud, educación, empleo y bienestar común.

La globalización debe propiciar el desarrollo humano en todo sentido, no debe ser un mecanismo que sólo satisfaga los deseos egoístas y desmedidos de unos pocos. Debe ser un sistema regulado por organismos verdaderamente multilaterales que defiendan los intereses de todos por igual, cuyo principal objetivo debe ser la equidad en el acceso de todos al desarrollo.

Es necesario estar preparados para atender a los nuevos cambios. Este se convierte en un imperativo para la supervivencia.

Nelson Vásquez C. nevacas2004@yahoo.com

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