¿Estamos listos para el TLC?

Nelson Vasquez, lector de Dinero.com, explica cuáles son los cambios que deben afrontar las empresas ante el Tratado de Libre Comercio.

16 de febrero de 2006

Tendiendo a la primera pregunta cabe decir que desde que el gobierno colombiano decidió implementar, dentro de su política de inserción en la economía globalizada, el modelo aperturista como mecanismo para que nuestra economía creciera y nuestros productos se expandieran hacia otros mercados, el sector empresarial y productivo de nuestro país comenzó a manifestar mutaciones. Este proceso trajo en sus principios consecuencias nefastas, pues, ante la poca preparación de nuestras empresas para afrontar el cambio y para contrarrestar la competencia extranjera muchas sucumbieron y tuvieron que cerrar sus puertas, otras tuvieron que apelar a las fusiones u otro tipo de asociaciones para poder sobrevivir y otras que en primera instancia sufrieron los embates de este proceso, luego progresivamente se adaptaron a los nuevos patrones que empezaron a regir la actividad económica producto del desmonte de las barreras comerciales y arancelarias que dio paso para abrir las fronteras del país ante la llegada de mercancías foráneas. Estas organizaciones, tanto las que apelaron a al fusión como las que se mantuvieron independientes, tuvieron que adaptarse a los requerimientos de calidad tanto en procesos como en productos que demandaba el nuevo ambiente económico, así como a las nuevas tendencias de consumo y hasta a las nuevas formas de mercadear para poder seguir vigentes.

Muchas de estas empresas aún se mantienen y hoy presentan apreciables índices de crecimiento gracias a que han sustentado su desarrollo en la apropiación de nuevas tecnologías y en la preparación de su personal para llevar a cabo procesos productivos más ágiles y eficaces con el objetivo de llegar al cliente con productos y servicios de calidad que colmen sus expectativas de consumo. Durante el transcurso de este tiempo también han surgido nuevas unidades productivas fruto del aprovechamiento de las oportunidades que ha generado el estar palmo a palmo con el desarrollo global y los nuevos rumbos de la economía en todo el orbe.

Muchas empresas han desaparecido, pero igual, muchas se han mantenido y han hecho gala de su aprendizaje durante este largo y difícil camino.

Ahora ante la llegada del tratado de libre comercio con los Estados Unidos (TLC) considero, desde mi punto de vista, que aunque se han alcanzado logros importantes y existen muchas fortalezas en nuestras empresas hay que mejorar en muchos aspectos para que la puesta en vigencia de este tratado no cause los mismos traumatismos que antaño ocurrieron con la puesta en marcha del proceso de apertura. Pero, hay que tener claro que el TLC debe firmarse, pues de lo contrario esto puede acarrear consecuencias negativas para nuestra economía si miramos que nuestro principal socio comercial es el país del norte y que las exportaciones colombianas a los países vecinos como Ecuador y Venezuela han venido reduciéndose aproximadamente desde enero de 2003.

Otro factor importante que se debe tener en cuenta es el término de la vigencia de la ley andina de preferencias arancelarias y erradicación de la droga (ATPADEA), ya que esta se aproxima (31 de diciembre de 2006), y son muchas las partidas arancelarias de nuestro país que están acogidas en esta ley. Esta es una razón de peso para sentar pautas claras cuanto antes, que sean de beneficio mutuo para que este tratado se lleve a cabo.

En manos de la comisión negociadora se encuentra mucho; pues, del manejo que esta le de a aspectos prioritarios dentro de la negociación como es el caso del sector agrícola, la propiedad intelectual, los productos genéricos, la ley de hidrocarburos, entre otras, así será el nuevo horizonte económico de gran parte de nuestro sistema productivo.

El TLC puede afrontarse. Creo que sí existen sectores y empresas preparadas para este reto, pero es necesario crear condiciones propicias para que la inversión extranjera pueda llegar a nuestro país y sea productiva; igualmente es necesario fortalecer algunos sectores económicos y seguir apoyando las nacientes iniciativas productivas para la creación de nuevas empresas.

Con relación a la segunda pregunta cabe resaltar que lo primero que hay que hacer es, según lo determinado por el foro económico mundial (WEF, por sus siglas en inglés), crear condiciones microeconómicas propicias para la competitividad "ya que la riqueza es realmente creada por las empresas que operan en una economía". Este es un factor crítico teniendo en cuenta que de ello dependerá la sostenibilidad del sistema empresarial colombiano y por ende de sus niveles de competitividad. Hay que apoyar a la empresa para que esta pueda competir y afrontar el reto. El segundo factor que considero critico es la tecnología, pues para conseguir un crecimiento balanceado, es importante salir de la condición atrasada en este aspecto, por lo tanto es necesario implementar mecanismos para que la apropiación de esta por parte de nuestras empresas sea mas efectiva, y por último fortalecer el sistema educativo, ya que este es el soporte o fundamento sobre el que descansa el desarrollo del país.

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