¿Cómo pensar, desarrollar y comercializar ideas innovadoras?

16 de octubre de 2007

Con frecuencia leemos artículos de los expertos en temas de administración, donde señalan que la innovación se ha convertido en una de las estrategias empresariales más efectivas para sostenerse o apropiarse de nuevos mercados. Sin embargo, en Colombia este tema está calando incipientemente en las empresas como lo demuestra la más reciente encuesta de productividad de la ANDI, según la cual tan sólo el 18% de los encuestados respondió que está incursionando en el mercado con productos innovadores.

 

Frente a este porcentaje uno se puede preguntar: ¿Qué está pasando con el restante 80%? ¿Tienen garantizado a sus clientes con productos tradicionales? ¿Consideran que la innovación les genera pérdidas importantes de recursos y tiempo sin que se produzcan resultados satisfactorios para el consumidor ó desconocen los procesos innovadores como fuente de nuevos ingresos y no saben cómo aplicarlos en sus empresas?

Sobre esta última pregunta es importante detenernos un poco. La innovación no es un tema nuevo, pero como en muchas de las estrategias empresariales, tampoco hay la última palabra. Existe un gran reto para la academia, las firmas consultoras y en general para los profesionales e interesados en esta área, para diseñar un modelo de innovación dentro de las empresas. Pero este modelo no se debe limitar a una cultura innovadora, éste es tan sólo el primer paso para avanzar en procesos innovadores. Urge pensar en metodologías, herramientas, instrumentos, disciplinas del conocimiento, financiación e inclusive en espacios que propicien la creatividad y contribuyan a generar ideas innovadoras.

Sobre innovación hay innumerables artículos (afortunadamente con mayor interés para los medios de comunicación especializados en negocios), así como libros, teorías y gurús y todos coinciden en afirmar que la innovación, ahora más que nunca, es un camino inevitable para las empresas, pero como suele pasar con la academia o con algunas firmas consultoras, la aplicación de estas teorías aún distan de la realidad en algunos casos y en otros se limitan a diagnósticos de la gestión de la innovación.

En la actualidad, los procesos de innovación son muy espontáneos y en la mayoría de los casos inexistentes. Es un imperativo trabajar desde las entidades de Gobierno (COLCIENCIAS, SENA), los gremios productivos (ANDI, FENALCO, ACOPI) y de los centros académicos para difundir la innovación ya no como una cultura sino como una acción decidida de las empresas.

“La innovación no es lo que hacen los innovadores sino lo que adoptan los clientes”, Michael Schrage,

Los expertos en prestar servicios de consultoría en esta área deben garantizar en la medida de lo posible a sus clientes (empresas), que su asesoria va a ser de alguna manera fructífera en términos de productos, servicios o procesos innovadores, es decir aceptados plenamente por el mercado, de lo contrario la consultoria se quedará en una asesoria más, documentada en grandes carpetas plastificadas que serán archivadas en los anaqueles de la empresa decepcionado a lideres empresariales y retardando la satisfacción de consumidores ávidos de nuevas experiencias.

En este sentido, la innovación también se puede delegar, es una opción de la cual no tendría por qué escaparse el proceso innovador, ¿por qué dejar de pensar que los procesos innovadores también se pueden encargar a organizaciones expertas en la materia?. Si usted tiene la necesidad de innovar en su empresa, piense por un segundo en encargarle a un equipo de trabajo (donde pueda participar el personal de su propia empresa) la concepción de una idea, el diseño y creación de un prototipo y la prueba de mercado, ¿Qué tipo de empresa u organización sería la ideal para atender esta necesidad? ¿Qué técnicas o instrumentos serían necesarios para atender esta demanda?, o por el contrario ¿Qué tal crear un “Advisor Board” dentro de su empresa para no tener que delegar esta función?

 

Éstas son algunas inquietudes para los interesados en incursionar en el negocio de la innovación. 

*Economista, consultor en temas de Planeación y Desarrollo Regional
Jorgempr2003@yahoo.com

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