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Economia

EN APROBACIÓN DE MARCAS Y PATENTES

Super revolcón

1 de agosto de 1993

CUANDO JOSÉ Orlando Montealegre se posesionó como Superintendente de Industria y Comercio, en febrero de 1992, encontró 70.000 solicitudes de marcas, patentes y renovaciones represadas. Su tarea no solamente era evacuar un atraso de seis años, sino también modernizar, reestructurar y poner a trabajar la entidad. Pero las cosas no podían hacerse de la noche a la mañana. Un año se demoró la reestructuración (tiempo récord en el sector público) y en marzo de este año ya empezó a trabajar la nueva superindustria, evacuando expedientes a un ritmo nunca visto.

Cuando Montealegre se posesionó, el presupuesto del 92 ya estaba hecho y no contemplaba recursos para la reestructuración. El Superintendente gastó semanas enteras consiguiendo recursos con el Ministerio de Hacienda, lidiando con los trabajadores despedidos, meses organizando el archivo de expedientes, reasignando tareas y adecuando las instalaciones. Los resultados están a la vista. Los abogados que tienen que ir a notificarse de resoluciones, entran a las 9 a.m. y salen a las 2 p.m., con 1.500 soluciones bajo el brazo. Hasta julio de este año se habían otorgado 13.624 concesiones de derechos de propiedad industrial, mas del doble de 1989, que fue el año estrella, con 6.368 resoluciones. Estas incluyen concesiones de marcas y patentes, renovaciones y depósitos de nombres comerciales. En julio se otorgaron 3.800 derechos de propiedad industrial, contra 242 en julio del año pasado y 648 en julio de 1991.

La meta de Montealegre es haber evacuado en diciembre la totalidad de solicitudes represadas.

Con la apertura de la economía, es indispensable que funcione la propiedad industrial. Y la superindustria colombiana se ha convertido, en un año, en modelo para Latinoamérica.

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