Home

Archivo

Artículo

Vida Ejecutiva

El top de los automóviles

En la gama alta están el lujo, la seguridad, la última tecnología y lo máximo en dotación, es decir, el gusto de conducir lo mejor.

18 de mayo de 1998

¿Quién no ha soñado con poseer un automóvil de alta potencia, de una prestigiosa marca, que al tocar levemente el acelerador levante en menos de 10 segundos más de 100 kilómetros por hora, con la línea más moderna y dotado de lo último en seguridad y tecnología?



Para hacer realidad ese sueño, además de ganas, debe tener en su bolsillo una buena cantidad de dinero o gozar de un excelente respaldo financiero para que le concedan un crédito en un concesionario.



A medida que se sube en los segmentos del mercado automotor (gama baja, media y alta), mejoran las características de los vehículos. La gama alta, por ejemplo, supera los 1.800 centímetros cúbicos, las 16 válvulas en el motor, la seguridad de contar con doble bolsa de aire, sistemas de frenos de alto rendimiento, suspensión de última generación y un funcionamiento del auto que estará en sintonía con la protección del medio ambiente.



A lo anterior hay que sumar las comodidades de la cabina, timón ajustable, elevavidrios eléctricos, sunroof, aire acondicionado, vidrios laterales eléctricos con desempañador y control de velocidad de crucero.



El top de las marcas



Las diferentes marcas que se consiguen en Colombia ofrecen lo mejor en automóviles de gama alta. La Compañía Colombiana Automotriz tiene el Mazda 626; Skoda, el Octavia; Sofasa Renault, el Laguna; la coreana Daewoo hace poco presentó al público el Leganza; Mitsubishi, el New Lancer; y la General Motors Colmotores, el Chevrolet Esteem 1.6.



Pero si el automóvil de sus sueños está por encima de los que ofrece la gama alta, si no se preocupa por el precio sino por el confort y por darse el gusto de poseer un excelente carro, definitivamente usted quiere un vehículo de lujo. En este caso es más costoso hacer realidad sus deseos.



Por obvias razones, el segmento de vehículos de lujo representa un poco más del 1% del mercado de automóviles en Colombia. Entre 1990 y 1994 se registró un incremento en las ventas por la apertura económica pues hubo una gran importación de este tipo de automóviles para satisfacer los deseos reprimidos por años.



Pero como consecuencia de la recesión económica de los últimos tres años, el aumento de la violencia y de la inseguridad, menos clientes están dispuestos a comprar un auto de esta clase. Así lo demuestran las cifras de ventas obtenidas por Dinero. En 1994 se vendieron 1.660 automóviles de lujo, en 1995 la cifra se redujo a 1.226 y en los años 96 y 97 alrededor de 800 unidades.



A pesar de la inseguridad y los riesgos de robo y secuestro que podría acarrear un vehículo de lujo, hay colombianos dispuestos a correrlos por el placer de tener un automóvil exclusivo.



Expertos del sector destacan que las camionetas 4x4 están mordiendo un importante segmento del mercado de la gama alta, ya que ofrecen mayor potencia y presencia en las deterioradas vías colombianas y están dotadas del confort de los automóviles del segmento superior.



Los que se dan el gusto



Por lo general, las personas que adquieren un vehículo de lujo pertenecen al sector directivo de la banca o de la industria y son medianos o grandes empresarios. Este tipo de automóviles también tiene entre sus clientes a las compañías que los usan como carros corporativos para el desplazamiento de sus ejecutivos y a las embajadas.



En la gama alta se marca claramente la edad y el poder adquisitivo de los compradores. No es igual el que paga $60 millones al que compra un vehículo de $150 millones.



En este último rango se encuentran carros como el Mercedes Benz C, la serie 3 en la BMW, el A3 en la Audi o un 406 Turbo de la Peugeot, que los prefieren los ejecutivos de 35 a 45 años.



Para personas más maduras están la serie 5 en la BMW, la Clase E en la Mercedes, el A6 en la Audi, y el Accord V6 en la Honda.



En esta categoría está el Rover 600, que es un vehículo de lujo que pasa por discreto en esta gama. Sus clientes privilegian sus detalles sobre la potencia y prefieren la clase británica al status que otorgan determinadas marcas.



Muchos de estos vehículos tienen un uso social o familiar ya que por las condiciones de inseguridad antes mencionadas, algunas empresas restringen su uso a sus altos ejecutivos.



El 90% de los compradores de estos vehículos paga de contado, la fidelidad a la marca es muy alta y el ciclo de reposición se acerca a los dos años.



Los atractivos



En esta gama está lo máximo en dotación y en atractivos para el público. Los automóviles de algunas marcas tienen llaves inteligentes que al activarse individualizan la posición de sillas, espejos y timón. Se puede diferenciar la temperatura del lado izquierdo y la del derecho del vehículo. La caja de cambios pasa de manual a automática de acuerdo con el gusto del conductor.



En seguridad, además de las dos bolsas de aire, traen bolsas laterales y para la cabeza. Luces de xenón que no encandilan y ofrecen mejor visibilidad, espejos retrovisores que se opacan ante la luz plena de los automóviles que vienen detrás, sensores de lluvia para activar el limpiabrisas, radar para parqueo y sistema de navegación.



Conscientes de la inversión que hacen sus clientes, pero también seguras de la calidad de su producto, las distintas casas de automóviles ofrecen llamativas garantías de fábrica y mantenimiento. Por ejemplo, el Octavia tiene 3 años de garantía en la pintura. Los vehículos Honda, además de 2 años de garantía, ofrecen gratis el mantenimiento en filtros, aceite y frenos.



Los conductores



Las personas que adquieren un vehículo de gama alta en gran medida han dado el salto desde la gama media. Su edad oscila, en un porcentaje significativo, entre 40 y 50 años. Cuando se trata de un carro familiar, sus dueños son empresarios, altos ejecutivos o exitosos profesionales independientes.



La forma de pago de estos carros se reparte entre el efectivo y el crédito, aunque la gran mayoría entrega su carro usado como parte de pago. El ciclo de reposición en estos vehículos es de cuatro años, como máximo.



Estos automóviles ­con precios entre los $30 y los $50 millones­ representan el 5% del total del sector de automotores y su comportamiento es estable.



La mayoría de las casas de vehículos consultadas por Dinero se muestran optimistas con respecto al comportamiento del mercado en el 98.



Su preocupación radica en el comportamiento de las tasas de interés pues disminuirá el porcentaje de gente dispuesta a escoger el crédito como la forma de adquirir el vehículo.



También inciden, en especial en los automóviles importados, la alta tasa de devaluación que programó el gobierno para 1998 y la desaceleración de la economía que de nuevo comenzó a palparse después del primer trimestre. Muy poco incide la temporada electoral.

Noticias Destacadas