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Deportes en el Caribe

En Aruba, Bonaire, Curaçao y Providencia se encuentran las condiciones ideales para practicar toda clase de deportes acuáticos, el ciclomontañismo o simplemente descansar sin tener que acordarse de las diarias preocupaciones.

31 de julio de 1998

Deje en su casa el reloj, el teléfono celular y sus preocupaciones. Relájese y disfrute del mar y de hermosos paisajes. En las islas del Caribe no hay tiempo para aburrirse.



Imagínese que usted se encuentra hoy en Aruba, Bonaire, Curaçao o Providencia. Se levanta después de un tranquilo y plácido sueño, sin preocuparse para nada de la hora. En una de estas islas lo que menos le debe importar es el tiempo.



Tan pronto abre la ventana y respira profundo, no se va a encontrar con edificios, multitud de carros, trancones, aire contaminado... sino con kilómetros de un mar azul y tranquilo que puede disfrutar a sus anchas.



¿Y cómo puede hacerlo? De la forma que usted quiera. Puede navegar sobre él en un velero, desafiar sus olas encima de una tabla de surf o sobre un par de esquís y, por qué no, atreverse a bucear y descubrir paisajes que ni se imagina que existen.



Aruba, viento y vela



A pesar de que las playas de Aruba invitan a los turistas a tenderse perezosamente sobre ellas, hay numerosas actividades que hacen de la isla un lugar muy atractivo para los deportistas.



Por ejemplo, es el paraíso para quienes practican el windsurfing (velerismo), pues los vientos alisios en Aruba son de los más consistentes y rápidos del mundo. Las aguas planas y de poca profundidad hacen de la isla el lugar ideal para veleristas con poca o bastante habilidad.



El buceo y el careteo (snorkeling) son dos buenas alternativas para explorar las aguas que rodean a Aruba. No se preocupe si usted es un novato, tome un curso en uno de los centros de buceo y no se pierda del espectáculo submarino, de las incontables variedades de coral y de los peces de colores que puede encontrar en el fondo del mar.



Pero si el buceo no le atrae, puede practicar el esquí acuático o hacer jet skiing pues las calmadas aguas de la costa occidental y del sur son perfectas tanto para principiantes como para expertos.



Otros deportes



Además de las posibilidades que ofrece el mar, también hay campos de golf, canchas de tenis y caballos para que practique su deporte preferido.



En Tierra del Sol, uno de los mejores campos, usted puede enfrentarse al reto de jugar golf en un terreno habitado por garzas salvajes y con diferentes condiciones climáticas.



Además, está el Aruba Golf Club de 9 hoyos. Tiene greens con arena aceitada y ocasionalmente el jugador se puede encontrar con un chivo que forma parte de los obstáculos del campo.



Si usted es un aficionado a los caballos, prepárese para cabalgar al mejor estilo de Lawrence de Arabia. Por la topografía de Aruba y sus exóticos paisajes, que van desde dunas hasta planicies desérticas, los jinetes novatos y experimentados pueden disfrutar un paseo de dos horas y media en el Parque Nacional.



Bonaire, un mundo submarino



El mar de Bonaire



es descrito por buceadores experimentados como el sitio perfecto para sumergirse y perderse en la hermosura de los corales y del fascinante mundo submarino.



El lecho del fondo del mar que rodea la isla es casi un santuario, lo que significa que no hay posibilidades de anclar. Está prohibido pescar con arpón y no se puede tocar ni remover nada que pertenezca al arrecife.



La fama de Bonaire es mundial. Por esta razón cada año durante el mes de noviembre se realiza un festival de buceo, en el que participan famosos biólogos marinos, protectores del medio ambiente y, por supuesto, buceadores de todos los rincones del planeta.



Se reúnen para asistir a conferencias, participar en los concursos de ubicación de tesoros submarinos y de fotografía, además de aprender nuevas técnicas de los buzos más experimentados. Este año el festival se inicia el 7 de noviembre y se prolonga hasta el 14 del mismo mes.



Bonaire no es sólo buceo. También es el lugar ideal para hacer vela y kayak. Por eso anualmente se lleva a cabo una regata durante el mes de octubre a la que asisten los mejores exponentes de veleros grandes, medianos y pequeños de varios países. La regata para la isla es un verdadero festival.



Además de los deportes acuáticos y gracias a la topografía de la isla, montar en bicicleta por kilómetros de carreteras totalmente pavimentadas es una placentera experiencia. En el recorrido usted puede detenerse a mirar los impresionantes calderos de sal, el espectáculo de los flamencos, las chozas donde vivían los esclavos o, simplemente, deleitarse con la belleza del mar durante todo el recorrido.



Curaçao, una isla multifacética



Además de que es atractiva por su arquitectura colonial, sus playas, el sistema financiero y su comercio, Curaçao ha sido catalogada como una de las mejores islas del Caribe para bucear y hacer snorkeling.



Y su fama no es gratuita. Su clima, las aguas profundas muy cerca de la orilla, la belleza de sus arrecifes, la temperatura del agua que oscila entre 24 y 27 grados centígrados y su visibilidad que promedia los 30 metros de profundidad, la convierten en uno de los sitios favoritos para los buceadores. Además, cuenta con 20 kilómetros de arrecifes de coral declarados parque nacional. Toda esta belleza natural surte un efecto relajante para quienes practican el buceo. Sonia Ibáñez, directora de la revita Notibuceo, considera que los niveles de estrés bajan porque buceando se debe respirar lentamente y el sonido de la respiración tranquiliza a la persona.



Por otra parte, en la isla es posible hacer pesca en aguas profundas. El mero, el pargo, la barracuda, el pez vela y el atún son sólo algunas de las especies de grandes peces que se pueden conseguir mar adentro en Curaçao. Los aficionados al deporte de la vela pueden disfrutar y participar en las regatas que se llevan a cabo durante todo el año. Este es un espectáculo digno de ser visto.



La divina Providencia



Desde el aire la barrera de coral alrededor de Providencia se ve como un collar de safiros. Esta pequeña isla, que en las cartas de navegación aparece como un simple faro, tiene una riqueza incalculable en vegetación y fauna.



Ronny Albrecht, director de Andes Tours, describe esta hermosa parte de Colombia con las siguientes palabras: "El mar de Providencia es insólito y es totalmente cristalino. Tiene todos los tonos de azul, pasando por aguamarinas y verdes. Tiene una topografía hermosa, una vegetación lindísima y un mar alucinante". Y en verdad no exagera.



En el mar de siete colores que rodea a Providencia hay toda clase de peces tropicales, tiburones, rayas, tortugas, corales y esponjas.



Esta diversidad hace que la isla sea visitada por buzos y turistas de distintas nacionalidades, deseosos de disfrutar de la vida marina con el buceo o la práctica del snorkeling.



Como Providencia es montañosa, el turista puede hacer varias actividades. El ciclomontañismo es una de ellas. A lo largo de un circuito pavimentado se puede recorrer toda la isla en casi una hora. Pero si las bicicletas no le llaman la atención, puede cabalgar durante el tiempo que quiera. Usted elige.



También están las caminatas. Un paseo muy famoso es la subida al Pico, el cual tiene 360 metros de elevación. Durante 3 horas y con un guía de la Fundación Arboles y Arrecifes, se hace el recorrido hasta la cima. Una vez allí la sensación de triunfo y satisfacción es garantizada pues desde el Peak ­como le llaman los isleños­, se tiene una visibilidad de 360 grados. "La isla está a sus pies", afirma Albrecht.

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