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Economia

Café amargo

1 de septiembre de 1993

CON LA creación de la Comisión Mixta para el estudio del café, los cafeteros pegaron el grito en el cielo. Mirada la cosa fríamente, la reacción gremial fue injustificada. La Comisión simplemente dará recomendaciones al gobierno sobre este tema, las cuales se aceptarán o no por parte del gobierno como punto de partida para una eventual concertación con los cafeteros sobre las relaciones entre las dos partes.

Sin embargo, hay muchas susceptibilidades debido a la difícil situación por la que

atraviesa el sector.

Existe el temor entre los dirigentes gremiales de que el gobierno, en sus más altas esferas, propicie un `revolcón- en las instituciones cafeteras. El actual contrato entre la Nación y Fedecafé para la administración del Fondo Nacional del Café vence en 1998, y no es secreto que hay voces influyentes que sostienen que el gobierno debe desvincularse del Fondo, el cual debe formarse como una organización de derecho privado, en lugar del carácter mixto que tiene hoy en día.

Esta tesis asusta a la mayoría de los dirigentes gremiales que consideran que ello llevaría a una desinstitucionalización''.

Piensan que sin la presencia del gobierno. Fedecafé perdería fuerza y no dispondría de los mecanismos para regular el mercado interno y la comercialización externa.

A su vez los partidario de la privatización en que el carácter mixto del Fondo Nacional del Café se justificaba cuando la importancia del sector dentro de la economía nacional era abrumadora. Pero hoy en día las decisiones sectoriales no tienen el impacto macroeconómico de antes. Y no hay otras razones que justifiquen la participación directa del gobierno en el manejo de los mecanismos gremiales de apoyo y de defensa del ingreso de los productores.

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