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Un sorbito dulce para los cafeteros

Entre esta y la próxima semana, les girarán a los cafeteros los $ 100 mil millones de subsidio prometidos y que aliviarán un poco el trago amargo por el que pasan los pequeños caficultores. Así lo anunció el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, en el debate de control político, que realizó este martes la comisión Quinta del Senado.

25 de septiembre de 2018

El anuncio del ministro, dio un parte de tranquilidad, sin embargo no es suficiente ante la crisis cafetera, que podría ahondarse más por factores externos e internos, que han llevado a la pérdida de competitividad del tradicional sector de la economía colombiana, que hoy se enfrenta además de los vaivenes del precio del café, al desplazamiento de algunos productores hacia cultivos ilícitos, que le duplican la rentabilidad.

El desembolso de los $100 mil millones, es una de las tres salidas  a corto plazo que han planteado los senadores citantes al debate, Alejandro Corrales  Escobar y Carlos Felipe Mejía Mejía, quienes expusieron el diagnóstico del sector caficultor y las tres recetas para salir de la crisis.

La segunda salida, a mediano plazo, explicada por el senador Corrales es la creación del fondo de estabilización de precios. Al respecto, tanto el ministro de Hacienda como el ministro de Agricultura, Andrés Valencia consideraron que esta alternativa sería válida, pero hay que tener en cuenta que este fondo no incrementará el precio, solo lo estabilizará.

Y la tercera salida, a largo plazo es la creación de un programa que conlleve el incremento del consumo del café en Colombia, especialmente entre los jóvenes. Corrales explicó que mientras en Estados Unidos el consumo per cápita de café es de 10 kilos al año, en nuestro país sólo llega a 1,8 kilos por persona, siendo un país productor.

Las tres salidas estructurales, fueron vistas con buenos ojos por congresistas e invitados, sin embargo, senadores como Jorge Enrique Robledo, consideraron que no es suficiente, y que esta crisis debe verse de una forma más estructural, los precios del café no los definen en las fincas cafeteras, estas decisiones están en manos del mercado nacional e internacional del café, una cadena de la cual los pequeños productores colombianos solo reciben el 2% de las ventas.

¿Por qué la crisis?

El senador Corrales Escobar fue el responsable de mostrar la foto de los caficultores colombianos, que generan 2 millones de empleo y redistribuyen $ 7 billones en la economía nacional, cada año. Sin embargo, la disminución del precio del café  a 96 centavos de dólar –caída del 27% en el precio interno-, es el resultado de una sobreoferta de café de Brasil y Vietnam e internamente a la suma de varios factores como la baja productividad, los altos costos de los insumos, el ahogamiento por deudas contraídas en la banca formal y los gota a gota.

Hoy, la carga de café se las están comprando a los productores a $667 mil, 19% menos que el promedio de los últimos 10 años. “El precio interno no es un capricho, responde a tres variables: Bolsa de Nueva York,  precio del dólar y el diferencial de la prima del café, en Colombia". El problema, es que los costos de producción están por encima del precio y la competencia de otros cultivos, está llevando a que los caficultores se pasen al cultivo de la coca, que conlleva una menor inversión y un mejor precio.

“Los narcodólares, son un intangible. Entran dólares y genera devaluación, que generan la baja en el precio del café. Es una realidad que hay que afrontar”, dijo Corrales.

El senador Felipe Mejía Mejía, señaló que “los cafeteros no deberían sembrar coca” y hay que cambiar el modelo, llevamos 30 años haciendo lo mismo, estamos produciendo a pérdida”.

Ambos senadores se mostraron preocupados, por el crédito gota a gota que “está acabando con el cafetero”, además de las deudas ya contraídas con el Banco Agrario y otras entidades financieras. Además de este fenómeno los caficultores se enfrentan al contrabando de café, a los altos costos de los fertilizantes “es más barato comprar una moto que fertilizantes”, dijo Cabrales.

Soluciones como sembrar café especial –orgánico- es muy costoso y la rentabilidad es muy baja. Pidieron los congresistas revisar el sistema de almacenamiento –Almacafé- y hacer acuerdos con los grandes industriales.

Al respecto el presidente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez señaló que esta entidad está gestionando acuerdos con los grandes industriales del café en el mundo, para concientizarlos sobre la problemática de los pequeños productores de café de Latinoamérica y África. Sin embargo, reconoció que se está dado una cartelización entre los grandes tostadores en el mundo, y ello afecta la cadena total de este sector.

Los senadores Eduardo Emilio Pacheco y Pablo Catatumbo se pronunciaron frente a las condiciones de pobreza de los pequeños productores de café, que son el 92% del total de los cultivadores en el país. El senador, Miguel Ángel Barreto Castillo, se refirió a los problemas de infraestructura vial que impiden que los cafeteros sean competitivos. Abogar más por la formación, formalización, bancarización e innovación entre los cafeteros, fueron otros de los temas expuestos.

El ministro de Agricultura, se defendió diciendo que los agricultores han aumentado su productividad y están exportando –en dólares- mucho más, a tal punto que no hay café para el consumo interno, de los 14 millones de sacos, 13 millones se van al exterior y uno al mercado interno, por ello justificó las importaciones.

Dijo también que el valor de la cosecha cafetera, sí es mayor que en  2014, y en los últimos años han venido apoyando a los caficultores, y sobre las deudas -$1 billón con Banco Agrario- el gobierno está trabajando con esta entidad para ofrecerles un alivio a los caficultores.

Al Ministro le gusta la idea del fondo de estabilización, pero con una dinámica en donde todos ponen. “A mí me gusta para largo plazo, pero hay que mirar la figura (Ley) y dejar claro que no es para subir precios sino para estabilizarlo.