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Un debate muy ‘etiquetado’

Este miércoles, nuevamente en la comisión séptima de Senado, se escucharon diferentes voces a favor y en contra del etiquetado frontal en alimentos y bebidas, de una manera más específica para que los colombianos sepan qué es lo que se comen, y contribuir así a disminuir la obesidad, y propender por una alimentación saludable.

15 de mayo de 2019

En Colombia, al igual que en muchos países latinoamericanos se están incrementando los casos de obesidad, en niños y jóvenes, por lo que desde el Congreso se estudia el proyecto de Ley número 256 de 2018 Senado - 019 de 2017 Cámara “Por medio de la cual se establecen medidas de salud pública para el control de la obesidad y otras enfermedades no transmisibles derivadas y se dictan otras disposiciones.

Sin embargo, uno de los artículos propuesto en la iniciativa que busca regular el etiquetado frontal en los alimentos y gaseosas que consumen los colombianos, con información más clara y verdadera, ha generado un debate más allá del Congreso: gremios como la Andi invita a revisar bien los modelos de etiquetado que respondan a las necesidades y preferencias de los colombianos.

organizaciones como Red Papaz o FIAN Colombia (Food First Information and Action Network), han manifestado que la ignorancia de lo que comemos está directamente relacionada con el aumento de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión y diabetes, pues hoy muchos colombianos incurren en malos hábitos de alimentación por la  información poco clara que reciben.

En la audiencia Carlos Alberto Robles, director de bebidas y alimentos del INVIMA, señaló que la entidad ha hecho diferentes propuestas del articulado y como orientar el enfoque de la norma en el contexto de vigilancia y control.

Desde el Congreso

Para la senadora del partido Conservador, Nadia Blel Scaf, una de las autoras de este proyecto, con la audiencia, realizada este miércoles,  que contó con la  presencia de diferentes entidades gubernamentales y privadas estamos la comisión séptima  tendrá más conocimiento y  analizará los diferentes puntos de vista que permitirán enriquecer el proyecto de ley que establece medidas de salud pública para el control de la obesidad en Colombia. 

Según indicó el senador del Polo Democrático, Jesús Alberto Castilla, “estamos preocupados por los  índices de sobrepeso, diabetes y otras enfermedades asociadas a hábitos alimenticios.

Es urgente emprender políticas integrales de prevención en este tema”.

Al proyecto le faltan dos debates en el Senado para que llegue a convertirse en ley. 

¿Qué dice la Andi?

A través de un comunicado de prensa, este gremio señaló que desde la Cámara de la Industria de Alimentos, consideran primordial que el debate se dé con base a información técnica y científica que respalde cualquier decisión que pueda tener un impacto en la salud pública.

“En ese sentido, es importante considerar las decenas de etiquetados que existen en el mundo, tenemos que revisar entre todos los actores (industria, ONGs, Congreso, Gobierno, consumidores) el modelo que más se ajuste a las necesidades nutricionales de los colombianos”, señala el comunicado.

Plantean que es importante que el etiquetado frontal provea información clara, veraz y suficiente, lo cual debe ir acompañado de educación para que los consumidores puedan interpretar las cantidades para tomar decisiones conscientes de lo que consumen.

“Nuestro llamado es a que las autoridades correspondientes implementen un modelo de etiquetado frontal que se construya a partir de las realidades nutricionales de los colombianos y que contenga la información sobre la cantidad de azúcares totales, grasa saturada, sodio y energía (calorías), contenidos en una porción del producto y su porcentaje frente al valor diario de referencia para cada uno de ellos establecido y que se represente gráficamente en íconos”.

“Hemos implementado de forma voluntaria un etiquetado frontal desde 2016 en más de 4.771 referencias de alimentos, para permitirle al consumidor conocer la cantidad y el aporte a su dieta de una porción del alimento respecto a nutrientes sensibles como grasas, azúcar y sodio, así como la cantidad de energía (calorías). Esto les permite comparar diferentes productos de una misma categoría sin generar confusión”, explicó Camilo Montes, director de la Cámara de Alimentos de la ANDI.

De modo que es esencial que el etiquetado esté alineado con las Guías de Etiquetado Nutricional del Codex Alimentarius, establecido por la FAO y la OMS y del cual Colombia hace parte junto con 187 países, para que se le facilite al consumidor elegir su alimentación con discernimiento a partir de sus propias realidades nutricionales. De hecho, el Codex Alimentarius está reunido en Ottawa (Canadá) desde el 13 de mayo hasta el 17 de mayo para discutir este tema de acuerdo con esa premisa.

Reiteran  que desde la Cámara de la Industria de Alimentos de la ANDI están  comprometidos en “hacer nuestra parte en estos esfuerzos para prevenir desafíos de salud pública como lo son la diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Nuestra postura es la de trabajar en la ampliación del portafolio de productos, por medio de la reducción de nutrientes considerados de importancia como sodio, azúcares, grasas trans y otros, y así mantener la respuesta a las necesidades y preferencias de los colombianos”.