| Foto: Conexión Congreso

PERFIL

La voz de los emprendedores en el Congreso

A solo tres días de las inscripciones para la candidatura al Congreso, Catalina Ortiz decidió lanzarse al mundo de la política, después de que una frase de Sergio Fajardo retumbara en su cabeza por varios meses: “las decisiones más importantes las toman en la política y si uno no se mete entonces la toman los demás”.

3 de enero de 2019

Catalina, representante a la Cámara por el partido Alianza Verde, dice estar llena de obsesiones que la llevan a luchar en el Congreso por temas de interés, principalmente “ser la voz de los emprendedores y de las mujeres del país” afirma con certeza y acento caleño – bien marcado, eso sí ­– .

Desde pequeña le gustó la política, más que eso, la posibilidad de representar a la gente, ayudar y servir.  Una de sus primeras responsabilidades estuvo en el consejo estudiantil del colegio, cuando se encargó de recoger el dinero para el anuario en el último grado, “me acuerdo que tenía 17 años y me siento orgullosa, una vendedora la verraca, me levante toda la plata para el anuario e hice sobreventas para las personas que no tenían para el viaje de fin de año”.

La abogada y magister en administración pública, antes de empezar en la política fue delegada para fundar Innpulsa, una entidad encargada de promover el emprendimiento, la innovación y productividad para el desarrollo empresarial. “Es de las bendiciones más importantes en mi carrera, porque Innpulsa pasó de ser una idea en el Plan Nacional de Desarrollo a ser la agencia más importante del país para emprendedores, antes de este proyecto no habían conversaciones tan profundas sobre este tema”, dice Catalina sobre el emprendimiento, que además es su gran lucha en el Congreso de la República.

La caleña que hace un año le ayudó a Fajardo a armar la Coalición Colombia, afirma que no podía esperar a que alguien más se ocupara de los temas que eran importantes y por eso decidió hacerlo ella misma, pero  después de formar una familia, porque dice que no es nada fácil hacer política sola, “la política es difícil necesitas un sistema de apoyo, eso te muele emocional y físicamente por eso organicé la parte emocional y decidí comenzar”.

El Congreso de la República según la representante es un sitio muy agresivo para llegar, como mujer, como persona y aún más cuando se quieren hacer las  cosas diferentes. Sin embargo, es el lugar donde ella puede lograr incidir en los temas que le preocupan e interesan. Le emociona poder liderar por ejemplo las conversaciones sobre el tema del aeropuerto para el Valle del Cauca y además ser reconocida como la voz de los emprendedores.

Otro de los temas que la apasionan es la lucha por la equidad de género, aunque a diario el machismo sea su primer opositor u opresor en el Congreso. Logró por ejemplo, que dentro de los consejos de seguridad se hablara de la violencia de las mujeres de manera estructural. Sin embargo, Catalina quien es además la vicepresidenta de la comisión de Equidad de Género dice que “en el tema de mujer es donde tenemos uno de los pendientes grandes, hay colegas hombres que están abiertos al tema pero hay muchos que no, por eso hay que seguir luchando”.

Esta congresista ha sido bastante activa en estos cuatro meses, fue también ponente de la Ley de Financiamiento y se atrevió a ser vocera de temas tributarios y política fiscal donde casi nunca participan las mujeres, desmitificando así que las mujeres no hablan de lo económico.

Dentro de sus “obsesiones”, como ella las llama, está en apostar más a la ‘economía nueva’, donde está inmersa la cuarta revolución industrial, la economía verde y digital porque nadie está educando o preparando para estos cambios.

“En Colombia estamos produciendo lo mismo hace 100 años, en términos de nuestra canasta exportadora, entonces necesitamos producir algo de más valor, cosas sofisticadas y esto va de la mano con el emprendimiento”, enfatiza.

Considera que el país debe modernizarse porque el 95 % de exportaciones lo hacen las empresas grandes y las pymes no exportan otra de las banderas de Catalina en el Congreso.

Las sensaciones que tiene esta congresista en su labor de legislar es que “por una satisfacción hay 2mil frustraciones, por ejemplo los micos que le metieron a uno en la ley, las cosas que no se logran hacer, la mamadera de gallo del gobierno con la consulta anticorrupción, en estos cuatro meses hay mezcla de triunfos y satisfacción”.

Por esto dice que quienes pueden recargarla emocionalmente después de los sube y baja del Congreso, son su esposo Alejando Salazar y su hijo Juan Felipe de diez años, con los que disfruta cada fin de semana en su casa campestre en Cali. Conversar con su hijo, caminar por los senderos, leerse un libro en una hamaca con su esposo y disfrutar los árboles  y la brisa en su  ciudad son sus pasa tiempos favoritos.

Lo de hacer política no le pareció muy fácil y hoy ratifica que el apoyo de su esposo ha sido esencial en este proceso “él fue muy generoso conmigo si no fuera por su apoyo no hubiera podido lanzarme, asumió más responsabilidades con el niño y es chévere Juan Felipe vea que el papá se queda en la casa y lo cuida para que el día de mañana haga lo mismo con su familia sin sentir que no es una labor de hombres cuidar los hijos y hacerles de comer”.

Catalina al describirse en una palabra elige ´intensa´, en el mejor de los sentidos, pues se obsesiona con cualquier tema que le interese y lucha para lograr triunfar, por ejemplo en cinco años quisiera haber logrado que los emprendedores tengan el lugar que se merecen en esta sociedad”.

Esta abogada, que hace parte de las primíparas en el Congreso, dice que la frase principal en su vida es: la suerte acompaña a los preparados, “porque la suerte en la vida juega un papel importante, pero si usted no está preparado y no tiene la visión de para dónde va debe encontrar la capacidad  de luchar por lo que quiere conseguir”.