El joven, que completó sus estudios en el Royal College of Art de Londres, Reino Unido, dice la inspiración surgió tras ver un documental en el que Umberto Eco, quien estaba tratando de dejar de fumar, se colocaba un palillo de madera en la boca como sustituto.Comenzó creando una lámpara que sólo se enciende cuando el usuario coloca su celular en un pequeño soporte que lo reconoce y activa la luz.Pero después, creó otro diseño que ha acaparado más atención: un teléfono de sustitución.Lea también: Makro invierte más de $25.000 millones para completar su plan de expansión nacionalSe trata de un dispositivo del tamaño de un smartphone promedio que cuenta con cinco versiones distintas y que imita con unas pequeñas cuentas de piedra los diferentes movimientos que hacemos con nuestras manos cuando usamos aparatos inteligentes, como hacer zoom, deslizar el dedo sobre la pantalla o arrastrar objetos."Observé y analicé los movimientos que hacía la gente en su celular para crear mi diseño", explica. Y los emuló a través de las cuentas.El resultado, señala, es una "sensación placentera" que proporciona "un pequeño masaje" en los dedos y permite alejar la sensación de ansiedad.El peso del dispositivo también imita al de un celular convencional.Puede interesarle: Crean modelo innovador que mide intención de compra con un acierto del 75%El diseñador cuenta que ha recibido varios emails de personas que sufren adicción al celular, con comentarios tanto positivos como negativos. A unos les parece una muy buena idea y otros lo ven como una pérdida de tiempo.Schillinger admite que no habló con médicos ni psicólogos para realizar su aparato, aunque no descarta una futura colaboración.De momento, el dispositivo está disponible por encargo y cuesta en torno a US$200, "aunque me gustaría fabricar algo más asequible", añade.