Finanzas

Contabilidad internacional en el país

Si las cosas salen bien, Colombia adoptará estándares contables mundiales en el 2010. Quiénes están a favor y quiénes están en contra.

15 de febrero de 2008

Colombia va marchando, un poco tarde, pero finalmente en la ruta correcta de tener una contabilidad con estándares internacionales. Si todo sale bien, las empresas grandes deberían aplicar esos estándares a partir de 2010 y las Pyme a partir de 2012.

En el Congreso se discute primer debate un proyecto de ley que adopta prácticas internacionales de información financiera. El esfuerzo de modernizar la contabilidad nacional se había hecho inicialmente en 2002 con un mal resultado. Quizás el hecho de que la propuesta de ley tenía cerca de 500 artículos, hizo virtualmente inmanejable las discusiones parlamentarias y finalmente se ahogó en el trámite.

Esta vez será diferente. El proyecto de cuatro artículos le dará facultades al Ministerio de Comercio para que adopte los estándares que compatibilicen la contabilidad nacional con las prácticas internacionales.

¿Opuestos?
Hace un año, un grupo de contadores se oponía con bastante fuerza a la idea de modificar las prácticas contables nacionales. Temían que el cambio le dejara una fracción importante del mercado a las firmas internacionales.

Por cuenta de ese problema, Colombia se rezagó en el tema frente a todos los demás países de la región. “En Venezuela se van a adoptar prácticas internacionales a partir de 2010, en Ecuador a partir de 2009. Centro América ya las adoptó en todos los países con excepción de Guatemala y México. Perú, Brasil, Argentina y Chile están adaptando sus normas locales”, explicó Felipe Janica, funcionario de la firma de consultoría Ernst & Young. “Si fuéramos a hacer un benchmarking de esto, Colombia va atrás en el hemisferio”, añadió.

Hoy la oposición es mucho menor. Las universidades entendieron que deben preparar a sus estudiantes tanto en las normas contables internacionales, como en inglés, para que puedan seguir los avances de la disciplina.

Las empresas colombianas también han aumentado su interés por usar esos estándares. Los requiere cualquier firma que planee hacer emisiones de papeles internacionales, las que tengan socios extranjeros, o las que quieran recibir inversionistas de fuera del país. Además entidades como la Organización Mundial del Comercio empujan su adopción para hacer más fácil el seguimiento de los asuntos relacionados con inversiones transfronterizas.

El asunto de los estándares es un problema que se está resolviendo de forma colaborativa en todo el mundo. Las normas europeas y las estadounidenses van convergiendo, de manera que en 2009 no habrá diferencias entre las dos. De hecho la oficina de supervisión bursátil de Estados Unidos, la Securities and Exchange Comission – SEC –, ya acepta contabilidades que se presenten con normas europeas, un asunto impensable hace un par de años.

Los cambios
La diferencia fundamental entre las normas colombianas y las internacionales está en que en las locales se generan problemas de interpretación. “No tiene reglas específicas para las operaciones”, explica Felipe Janica.

Así, entonces, si se adoptaran las prácticas mundiales, se cerrarían brechas tan profundas como las que existen hoy en la contabilización de instrumentos financieros como los derivados. También, señala Janica, en el registro del deterioro en el valor de los activos. Mientras en Colombia solo se hace un avalúo una vez cada tres años, las prácticas mundiales requieren que cuando se evidencie el deterioro de un activo, se haga una valoración del mismo a precios de mercado y se debe calcular su efecto en el flujo de fondos de la empresa.

De igual forma, las pensiones de jubilación que en Colombia hoy registran el valor presente de los pagos pensionales, descontados con una tasa de interés que se fija por decreto, en el resto del mundo se reconocen pagos adicionales a la pensión, como podría ser el caso de los pagos de medicina prepagada o de otros beneficios para los jubilados y el descuento se hace con la tasa equivalente al costo de capital para la empresa (Wacc).

Es posible que esta vez si, Colombia se ponga a tono con las prácticas que el resto de la comunidad de negocios del mundo usa.