Home

Empresas

Artículo

El informe muestra que ser sede de un evento mundial se está convirtiendo en un punto de alta importancia en la agenda de los gobiernos de todo el mundo porque le permite a una ciudad o país poder actuar con rapidez y determinación en una amplia gama de asuntos y actividades que normalmente estarían sumidos en largos debates y burocracia. En la imagen el nadador Michael Phelps.

Competitividad

Ser anfitrión de eventos deportivos, mejora la economía

Citas tales como las Olimpiadas y la Copa Mundo de la Fifa, entre otros, resultan ser muy atractivos para los mercados emergentes como una manera de desarrollar el reconocimiento e influencia global, asegura un informe de Deloitte Touche.

17 de marzo de 2010

Ser el anfitrión de eventos deportivos y de entretenimiento importantes, tales como las Olimpiadas y Juegos Paralímpicos, la Copa Mundial de la Fifa y la Feria Mundial, se está volviendo cada vez más atractivo para los mercados emergentes. Históricamente perseguidos por las naciones desarrolladas del mundo, tales eventos pueden elevar a nivel mundial la importancia del país o ciudad anfitriona y acelerar su desarrollo económico, político y social, de acuerdo con el informe de Deloitte Touche Tohmatsu (DTT) llamado “Un Legado Duradero: Cómo los grandes eventos pueden impulsar un cambio positivo para las comunidades y economías anfitrionas,” publicado durante los Juegos Olímpicos de Invierno del 2010 y los Juegos Paralímpicos en Vancouver, Columbia Británica, Canadá.

"Los países y ciudades emergentes están tratando de distinguirse en la nueva economía siendo anfitriones de eventos importantes que los coloque al frente y en la mira del escenario mundial", dijo Greg Pellegrino, DTT, Líder Global de la Industria del Sector Público, y co-autor del informe. "Los plazos rígidos, los defensores políticos, y el apoyo de la comunidad aceleran los cambios que normalmente tomaría décadas. Eventos importantes pueden aumentar el turismo, mejorar la infraestructura, y proporcionar la oportunidad de elevar la importancia del anfitrión dentro de las principales marcas mundiales de la lista Fortune 500. "

El informe muestra que ser sede de un evento mundial se está convirtiendo en un punto de alta importancia en la agenda de los gobiernos de todo el mundo porque le permite a una ciudad o país poder actuar con rapidez y determinación en una amplia gama de asuntos y actividades que normalmente estarían sumidos en largos debates y burocracia. Y, con la mira de toda una audiencia global, el anfitrión del evento está alentado a ofrecer un servicio de muy alto calibre.

Mayor colaboración entre el sector público y privado
Además del desarrollo económico y social, el organizar un evento global también produce beneficios adicionales que pueden significar una transformación a largo plazo, según el informe. Fomenta la colaboración entre el sector público, sector privado y la comunidad; rompe las barreras entre los partidos políticos, así como los distintos niveles del gobierno (nacional, regional y local); mejora la eficiencia del gobierno y se establece como un ejemplo para externar nuevas ideas y comportamientos tales como la sostenibilidad ambiental, la diversidad, y la participación de la comunidad.

Por ejemplo, para ayudar a alcanzar el objetivo de organizar los "Juegos Olímpicos más ecológicos de la historia", los organizadores de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2010 en Vancouver, solicitaron la compra de “compensaciones de carbono” (carbon offsets) a las personas que planeaban viajar a los juegos para contrarrestar las cerca de 268.000 toneladas de emisiones que los juegos van a producir. Casi la mitad de la huella de carbono va a ser generada por los espectadores que van a viajar a los Juegos Olímpicos de Vancouver

Legado posterior al evento
El informe también muestra que el evento va a iniciar un legado desde el momento en que se postula la candidatura para la sede del evento, y no hasta el momento en que se termine la ceremonia de clausura.

"Todos estos beneficios dependen de la capacidad del anfitrión para planificar y ejecutar de manera efectiva durante todas las etapas del ciclo de vida del evento, desde la postulación hasta el legado posterior al evento", dice Heather Hancock, Socia Directora de Innovación y Marca, y Socia Líder de Servicio al Cliente de Servicios Olímpicos, de Deloitte Reino Unido, y co-autora del informe. "Es fundamental elevar las aspiraciones más allá del evento en sí.” Por ejemplo, uno de los principales objetivos para Londres al ser sede de los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos del 2012 es el poder utilizar los juegos para apoyar y acelerar el desarrollo de un nuevo centro económico al este de la ciudad que servirá como ancla para la expansión continua de la ciudad."

Más competencia
En la medida que los grandes eventos incrementan su influencia económica, más y más ciudades y países buscan ser sus anfitriones. Las organizaciones como el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Fédération Internationale de Football Association (FIFA) están interesados en ampliar su alcance mundial al realizar sus eventos en los países emergentes. Consecuentemente, el nivel elevado de la competencia para ser la oferta ganadora amenaza con crear un espiral de planes y afirmaciones cada vez más ambiciosos de los anfitriones aspirantes, especialmente de ciudades y países emergentes que sienten una mayor necesidad de impresionar a los comités de selección.

Más inversión en seguridad
El informe también demuestra que la seguridad se está convirtiendo cada vez más en un asunto relevante a la hora de evaluar las ofertas para ser el anfitrión de estos eventos. En la medida que estos eventos han aumentado su visibilidad, se han convertido en blancos para fuerzas disruptivas. El rango de amenazas a la seguridad se ha expandido para incluir atentados con bombas a gran escala, pandemias globales, armas biológicas, y ataques cibernéticos, y los países y ciudades anfitriones deben incrementar su inversión en medidas de seguridad.

"Un papel fundamental del gobierno es mantener a la gente a salvo", dijo Pellegrino. "Los anfitriones aspirantes deben hacer todo lo necesario para poder enfrentar estos desafíos. Con tiempo, dinero y esfuerzo, la seguridad en general puede tener un impacto positivo y duradero en los atletas, espectadores, organizaciones internacionales, y el anfitrión mismo aún mucho después de que el evento haya terminado."