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Gerente general de Divercity, Juan Manuel Borda de Francisco.

Innovación

Divercity, juego de grandes

El parque de diversiones abrirá este año tres nuevas sedes. Estará en centros comerciales de Medellín, Barranquilla y Lima. ¿Cómo hacer que un esquema de educación con juegos de roles sea un gran negocio?

3 de marzo de 2010

La magia de Divercity es ofrecer a los niños un escenario donde ellos puedan de manera autónoma vivir la experiencia de ser adultos. El lugar está creado teniendo en cuenta las recomendaciones que los menores hacen por medio de encuestas que la empresa realiza periódicamente.

 

Actualmente Divercity está en plena expansión. Inaugurarán sedes en Medellín, Barraquilla y en Lima, Perú. De igual manera cuentan con una interesante estrategia de mercadeo y un llamativo sistema de seguridad. Dos pilares claves para que este modelo de negocio funcione.

Divercity es una ciudad a escala, que tiene la idea que los niños practiquen las actividades cotidianas que realizan los adultos. La entrada cuesta $19.800 para los niños y $7.900 para los adultos. Los infantes pueden realizar más de 60 actividades entre roles, oficios y profesiones. La idea se traduce, en que los niños muchas veces quieren hacer y seguir el ejemplo de las personas mayores. La aspiración de cualquier niño es ser y sentirse grande e importante.

Divercity les paga a los niños con su moneda conocida como ‘divis’ para que trabajen en diferentes actividades. Pueden ser periodistas, médicos, astronautas, bomberos, trabajar en fábricas haciendo chocolate o yogurt. “Aprenden a manejar el dinero por medio de una tarjeta débito real que sirve para sacar ‘divis’ de un cajero electrónico dentro del parque. Hasta por Internet el niño puede chequear su saldo”, afirmó el economista y gerente general de Divercity, Juan Manuel Borda de Francisco.

El formato que desarrolló Divercity es conocido como ‘edu-entrenimiento’. Se trata que los niños jueguen y aprendan los conceptos, principios y valores que le van a servir en la vida.


Desde el 2005, bajo la compañía Eduparques S.A. arrancó la estructuración del proyecto de Divercity en el Centro Comercial Santa Fe en un local de 5.000 metros cuadrados, con una inversión de aproximadamente US$10 millones. Anualmente esta empresa factura aproximadamente $18.000 millones.

Estos son proyectos que apuntan a recuperar la inversión en 3 ó 4 años. Para que sean sostenibles es necesario invertir mucho en renovación del parque. “Mucha de esta plata va destinada al mantenimiento de la infraestructura, ya que los niños son muy inquietos y curiosos. Además para que el parque siempre pueda ofrece cosas nuevas a los niños”, comentó el gerente general, Juan Manuel Borda.


El modelo de negocio
La necesidad de montar Divercity surgió de reconocer la importancia que tiene un centro comercial como un lugar donde las familias buscan entretenimiento. “Este espacio es una zona de encuentro entre la gente, además de ser el sitio donde esperan conseguir las necesidades básicas familiares”, comentó el gerente general de Divercity.

 

Además de ser un sitio de recreo familiar, puede funcionar como una guardería, donde los padres dejen a sus hijos mientras hacen sus compras. 

Anualmente lo visitan 620.000 personas, 65% son niños y 35% son adultos. El lugar además de ser una cuidad a escala compuesta por diferentes atracciones, tiene locales de 55 marcas diferentes para las que niños tengan contacto con ellas. Solo existe una marca de cada categoría. “Tenemos alianzas con estar marcas, y con ellos diseñamos experiencias divertidas y pedagógicas, donde la marca le comunica su esencia a los niños y su familia”, dijo el gerente general de Divercity.

“No es fácil lograr el tráfico que se requiere para que un negocio de estos sea atractivo por el montaje y los costos operativos. Pero los centros comerciales son sitios de conveniencia. Son sitios cómodos y seguros donde se puede llegar con disponibilidad de parqueaderos, entre otros servicios”, afirmó Juan Manuel Borda.

El plan de expansión
La estrategia para el 2010 de crecimiento consiste en llevar este concepto a otras ciudades. Este año abrirán un local de 7.000 metros cuadrados en el centro comercial Santa Fe en la ciudad de Medellín. Se invirtieron aproximadamente US$10 millones y esperan abrir sus puertas en el mes de mayo.


En Barranquilla planean inaugurar en el tercer trimestre del año un local de 5.000 metros cuadrados en el centro comercial Buenavista, con una inversión de más o menos US$7.5 millones. El tercer mercado en el que pretenden incursionar es en Lima, Perú. El local tendrá una superficie de 6.500 metros cuadrados y estará ubicado en el Jockey Plaza con una inversión de US$10 millones.

La estrategia de mercadeo
Una de las técnicas de mercadeo está enfocada desde el punto de vista del diseño siempre teniendo en cuento los comentarios y sugerencias de los niños. Periódicamente se realizan encuestas donde se les pregunta a los niños qué les interesa cambiar o aprender. “El niño es el receptor principal. Muchos cambios hemos realizado, por ejemplo el tamaño del lugar es escalado sin ser miniatura o caricatura, tratando de conservar el realismo”, comentó Borda.

Además, Divercity ofrece una guardería para papás, compuesta por una sala de juegos, sala de televisión, cafetería y hasta peluquería para que ellos no se aburran y tengan algo que hacer mientras sus hijos se divierten.

Por otro lado trabajan mucho con los colegios. Cada visita que realiza un colegio, se prepara. El gerente general cuenta que les entregan unas guías para que previamente a la visita ellos preparen lo que los niños van aprender. "Nosotros les decimos las áreas del conocimiento que tienen que ver en los juegos, y cuáles son los principios y valores de cada atracción”, comentó.


La seguridad va primero
El esquema de seguridad del parque de diversiones está basado en un brazalete que contiene tres microchips. La compañía registra grupos familiares y no personas. Cada niño que entra debe tener un adulto responsable. Si tiene más de siete años, el niño se puede quedar solo, bajo la supervisión de Divercity.

“En este sentido el niño se queda con un brazalete y el papá se lleva el otro. En cada uno de los brazaletes están registrados el papá, su niño o los otros niños que entraron en ese grupo. Los niños no pueden salir del lugar al menos que su brazalete coincida electrónicamente con él”, aseguro el gerente general de Divercity.

El segundo microchip permite localizar a los niños que fueron solos o en grupo dentro del parque. En este sistema se pueden dejar mensajes para que por ejemplo los niños se encuentren.

La tercera función de este brazalete es llevar un conteo estadístico del número de niños que visitan el lugar, además de identificar por género y edad cuáles son las atracciones donde juegan. El modelo está totalmente estandarizado y documentado. “Esto es lo primero que una empresa tiene que saber para poder reproducir su modelo”, afirmó Juan Manuel Borda.

Existen empresarios de Ecuador, Chile o Australia interesados en llevar el modelo de Divercity a sus países. Por ahora, los propietarios les interesan enfocarse en su plan de expansión para el 2010.