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Vínculos de Latinoamérica con Irán son "mala idea": Clinton

Clinton dijo que Estados Unidos está al tanto de que Irán ha aumentado sus actividades diplomáticas en la región, citando particularmente los casos de Venezuela y Bolivia.

13 de diciembre de 2009

Washington.- La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, advirtió el viernes a países latinoamericanos que no se acerquen a Irán y dijo que hacerlo sería una "idea realmente mala" que podría tener consecuencias.

"Sólo podemos decir que es una idea realmente mala para los países involucrados", dijo Clinton durante una reunión informativa del Departamento de Estado sobre las relaciones con Latinoamérica.

"Este es el mayor partidario, promotor y exportador del terrorismo en el mundo de hoy", expresó. "Si las personas quieren coquetear con Irán, deberían ver qué consecuencias podría haber para ellos. Y esperamos que lo piensen dos veces", agregó.

Presidentes izquierdistas de Latinoamérica, incluyendo al de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; y de Ecuador, Rafael Correa, son encarnizados críticos de la política exterior de Estados Unidos y durante años recientes han forjado cercanos vínculos con Irán, Rusia y otros países.

Los comentarios de Clinton estuvieron entre los más enérgicos que haya emitido Washington respecto a las crecientes relaciones entre algunos países latinoamericanos e Irán.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros líderes occidentales acusan a la república islámica de buscar desarrollar armamento atómico.

"Creo que (Clinton) quería dejar una señal en términos de expectativas para el compromiso con el hemisferio", dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas.

Farnsworth señaló que nadie culparía a Brasil o Venezuela por tener lazos comerciales con Irán, pero "por qué uno invitaría voluntariamente al líder de Irán a que venga a su país por una visita oficial en exactamente el mismo momento en que gran parte del resto del mundo (...) condena a Irán por su actividad de proliferación nuclear". Tras las declaraciones de Clinton, el Gobierno boliviano rechazó "enfáticamente cualquier injerencia o intento de injerencia en asuntos de Bolivia".

Clinton defendió la reacción de Estados Unidos ante el golpe de Estado en Honduras, diciendo que su país había buscado una "aproximación pragmática, de principios, multilateral" que apuntaba a restaurar la democracia.

La respuesta de Washington al golpe -alentando a la nación a seguir adelante con elecciones anteriormente programadas y respaldando el acuerdo de Tegucigalpa para resolver la crisis- ha tensado sus lazos con países como Brasil y Argentina porque el líder derrocado, Manuel Zelaya, no ha regresado al poder.

Peter DeShazo, director del programa Americas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que las declaraciones de Clinton sobre Honduras indicaban que el Gobierno creía que la elección era el principal factor poner fin a la crisis.

"Es básicamente una forma de acercamiento del estilo 'avancemos'", indicó.

"No mencionó ningún nuevo paso que Estados Unidos pueda tomar excepto continuar consultando y trabajando de cerca con otros en la región", agregó.

"A partir de todas sus apariciones, da el sentido de que ven el asunto como resuelto", apuntó DeShazo.

Al ser consultada sobre la creciente influencia china en la región, Clinton dijo que su país está instando a gobiernos regionales a estar en alerta.

"No tenemos problemas con que ningún país, como China, se comprometa en actividades económicas, negocios, comercio, con ningún país, en ninguna parte (...) Pero no queremos ver la corrupción que beneficia a las fortunas de unos pocos líderes y mina la sustentabilidad de la economía, el medioambiente y los recursos naturales", aclaró.

Clinton dijo que Washington continuaría expresando sus inquietudes respecto a Venezuela y Nicaragua.

Chávez ganó en febrero un referendo que le permite presentarse para la reelección y en Nicaragua la Corte Suprema despejó en octubre el camino para que el mandatario izquierdista Daniel Ortega busque un nuevo período en las elecciones del 2011.

"Me preocupa cómo volvemos al camino en el que reconocemos que la democracia no es respecto a líderes individuales, sino acerca de instituciones fuertes", expresó Clinton.

"Buenos líderes van y vienen. Obviamente nosotros hemos tenido nuestra propia experiencia en este país con eso", dijo Clinton.

La funcionaria agregó que Washington también espera ver cambios en Cuba.

"Todos esperamos que en un futuro no muy lejano seamos capaces de ver una Cuba democrática (...) algo que sería extraordinariamente positivo para nuestro hemisferio", indicó

 

Reuters