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Venezuela enfrenta limitado interés en subasta de crudo

30 de octubre de 2008

CARACAS - La caída de los precios del petróleo, la crisis mundial de crédito y problemas de riesgo político probablemente dificultarán a Venezuela concitar el interés de inversores para un proceso de subasta de tres bloques de crudo pesado, que se inició el jueves.

El Gobierno socialista del presidente Hugo Chávez está cortejando a petroleras para desarrollar las reservas de la Faja del Orinoco, a sólo un año de una nacionalización que obligó a gigantes del sector a cambiar sus contratos y pagar mayores impuestos.

Las empresas, que buscan evitar riesgos en un contexto de debilidad de los precios de crudo y de una posible recesión mundial, podrían rehuir el desarrollo de proyectos de alto costo de la Faja y favorecer inversiones menos costosas en ambientes más estables.

"No veo a nadie apurándose por entrar en Venezuela", dijo Jorge Piñon, experto en energía del Center for Hemispheric Policy de la Universidad de Miami.

"En este ambiente vas a ver búsquedas de áreas donde el riesgo es conocido y manejable (...) Venezuela no ofrece eso", dijo.

Venezuela invitó el jueves a un acto para ofrecer los tres bloques del Orinoco que dice que contienen miles de millones de barriles de crudo pesado, con la esperanza de atraer a decenas de firmas desde la estatal china hasta gigantes como Chevron.

El Gobierno dice que se ha hecho exploración en la Faja para certificar reservas, por lo que las compañías casi no enfrentan el riesgo de taladrar pozos y no encontrar petróleo.

Y, en contraste con las arenas petroleras de Canadá, la producción del Orinoco se envía a través de oleoductos mientras que las otras deben moverse con excavadoras y luego hervirlas para obtener el combustible.

Pero Piñon dijo que los proyectos de la Faja deben competir por las inversiones con regiones menos costosas como Angola, que tiene crudo de mayor calidad y términos y condiciones más coherentes.

Bloques en la parte estadounidense del Golfo de México, donde inversionistas ven condiciones claras y poco margen para cambios regulatorios, podrían ser más atractivas, en momentos en que la crisis financiera amenaza con debilitar la demanda mundial de energía.

ALTO COSTO Y ALTO RIESGO

Muchas compañías probablemente acudirán a la subasta pero harán ofertas poco atractivas sólo para cumplir un compromiso formal con Venezuela, que suple cerca del 10 por ciento de las importaciones estadounidenses de crudo.

Venezuela además podría ofrecer términos favorables a firmas de China, que ha prestado a Chávez miles de millones de dólares este año a cambio de despachos de crudo.

Pero los proyectos del Orinoco están en desventaja respecto de campos tradicionales porque lo extraído debe ser "convertido" en crudo sintético para poder procesarse en refinerías tradicionales.

Esto deja la mínima inversión para un nuevo proyecto, incluyendo extracción y mejoramiento, en unos 8.000 millones de dólares, una cifra difícil de financiar en momentos en que los mercados de crédito están siendo sacudidos.

"Podemos bien terminar con un grupo de compañías, mayormente estatales, pujando por esos campos pero realmente no haciendo mucho con ellos", dijo Patrick Esteruelas de Eurasia Group en Nueva York.

La aparentemente imparable alza del crudo puso a las compañías a suplicar a Caracas por acceso a la Faja, pero mientras los precios caen el riesgo de Venezuela, que frecuentemente se salta términos y condiciones, se está volviendo significativamente disuasivo.

Chávez ha incrementado impuestos y regalías cuatro veces desde el 2004, incluyendo un tributo a la ganancia súbita creado este año para obtener más de los pujantes precios y ordenó a las compañías ceder el control operacional de sus proyectos.

Venezuela lanzó en el 2006 una subasta de campos de gas natural costa afuera, pero dos años después decidió asignarlos directamente a firmas, generando dudas sobre la transparencia del proceso.

Gigantes como Exxon Mobil y ConocoPhillips están actualmente demandando a Venezuela por expropiar sus activos en la Faja.

"Esperaría un poco entusiasta interés, dada la preocupación sobre el clima de inversión y algunos asuntos económicos de los proyectos, y también por la crisis de crédito", dijo Antoine Halff de la correduría Newedge USA en Nueva York.

(Reuters)