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Uribe sólo manejará tema de rehenes con Iglesia católica

El mandatario colombiano también destacó la importancia de los observadores internacionales en la llamada "zona de encuentro", pues ellos garantizarían que quienes acudan lo hagan desarmados.

10 de diciembre de 2007

Bogotá.- El presidente Alvaro Uribe aseguró el domingo que el asunto de los rehenes en poder de las FARC lo manejará solamente con la Iglesia católica colombiana.

"El tema consideramos prudente manejarlo exclusivamente con la Iglesia católica", dijo el mandatario en rueda de prensa en el aeropuerto militar CATAM de esta ciudad, antes de viajar a Buenos Aires para asistir a la toma de posesión de Cristina Fernández de manos de su esposo Néstor Kirchner.

Uribe se reunió el domingo por la mañana con el presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Augusto Castro, y con Darío Echeverri, uno de los sacerdotes que más cerca ha estado de los temas relacionados con la paz en Colombia.

"Que estuvieran seguros para poder sentarse a la mesa a definir el tema de la liberación humanitaria de los secuestrados", señaló.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tienen secuestrados a políticos, militares, policías y a tres contratistas estadounidenses, algunos desde hace más de 10 años, en territorios inhóspitos al parecer al sur del país, donde permanecen custodiados día y noche por guerrilleros fuertemente armados.

Reiteró sus condiciones para la zona de encuentro: "Debe ser una zona rural, en sitio no poblado, un área aproximada de 150 kilómetros cuadrados, donde no haya instalaciones ni presencia militar ni de policía que remover", precisó el jefe del ejecutivo.

También aseveró que el área _aún por determinar_ donde se lleve a cabo el acercamiento con las FARC será despejada sólo por 30 días, según solicitaron el ministro de Defensa Juan Manuel Santos y el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo.

Uribe indicó que también solicitó la presencia de la Cruz Roja Internacional cuanto antes en los sitios donde estén los rehenes, para que "pueda intervenir y evitar que continúe el deterioro físico y síquico de los secuestrados".

Asimismo exigió a las FARC la prueba de vida de 31 de los secuestrados, que no llegó entre los discos compactos y las cartas que el ejército decomisó a unos presuntos mensajeros de esa organización hace dos semanas.

Reiteró su llamado a los guerrilleros que custodian a los secuestrados a escapar con los mismos y presentarse ante las autoridades para obtener beneficios jurídicos y económicos. El gobierno ofreció hasta 100 millones de dólares de un fondo para las cuadrillas guerrilleras que escapen con los secuestrados.

 

 

AP