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Uribe se reúne con familia de gobernador del Caquetá

El presidente Alvaro Uribe presentó el jueves sus respetos a la familia de un gobernador, degollado tras ser secuestrado por presuntos miembros de las FARC y cuyos restos serán inhumados en un cementerio del norte capitalino.

24 de diciembre de 2009

Bogotá  — El cadáver del gobernador del sureño departamento de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, llegó a Bogotá en un avión de la fuerza aérea que lo transportó temprano desde Florencia, capital departamental de Caquetá.

En la terminal, Uribe, el ministro de Defensa Gabriel Silva y los mandos militares y policiales se reunieron por 45 minutos con Himelda Galindo, la viuda de Cuéllar, indicó César Mauricio Velásquez, portavoz de la presidencia.

El grupo además asistió a una breve oración realizada por un sacerdote ante el féretro del gobernador, agregó Velásquez.

El presidente, añadió el vocero, "ratificó a la familia el propósito de seguir en la persecución" de los responsables de la muerte de Cuéllar, quien fue secuestrado en su casa en Florencia, a unos 380 kilómetros al suroeste de Bogotá, el lunes por la noche por un comando de entre ocho a 10 hombres vestidos con uniformes camuflados del ejército y que huyeron en una camioneta.

El cuerpo de Cuéllar fue encontrado el martes, en un paraje rural de Florencia, colocado boca abajo y con una herida de cuchillo de 20 centímetros en el cuello, según han dicho funcionarios de la Fiscalía General. Investigadores de la Fiscalía también ha dicho que el gobernador fue asesinado poco más de una hora después de su plagio. Cuéllar iba a cumplir 69 años el martes.

El encuentro de la familia y las autoridades "fue conmovedor. Muy fuerte", aseguró el vocero, asistente al acto. Velásquez dijo que el gobierno ratificó a la familia que se mantenía la recompensa de $1.000 millones (unos US$500.000) por datos que lleven a la captura de los responsables del crimen.

Ni el presidente ni los familiares hicieron declaraciones tras el encuentro privado, al que sólo tuvo acceso fotógrafos y camarógrafos oficiales.

Imágenes de televisoras locales sí mostraron la llegada a la terminal del ataúd marrón cubierto con una bandera de rayas blancas y verdes, del departamento de Caquetá. Bajado del avión y cargado por militares, el féretro fue seguido a pie por la esposa e hijos de Cuéllar hasta un local de la terminal para la cita con Uribe con los parientes.

Luego, el cortejo fúnebre partió hacia una funeraria mientras el presidente partió hacia un puesto militar en Putumayo, al sur del país, para su tradicional saludo navideño a tropas en distintas guarniciones, explicó el vocero.


(AP)