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Uribe en pos de paz en su segundo gobierno en Colombia

Uribe, de 54 años, se terció la banda presidencial, entregada por la presidenta del Congreso, Dilian Francisca Toro.

8 de agosto de 2006

Bogotá.- El presidente Álvaro Uribe juró el lunes para un segundo cuatrienio en el gobierno y dejó claro que, a diferencia de su primer mandato, dedicará esfuerzos en buscar la largamente esperada paz en Colombia.

"Hemos vinculado todas nuestras energías, con severidad, al rescate de la seguridad. No dudaremos en entregarlas con generosidad a la paz", expresó Uribe en el discurso pronunciado tras su juramentación. El mandatario agregó en la sede del Legislativo que "no nos frena el miedo para negociar la paz. Confieso que me preocupa algo diferente: el riesgo de no llegar a la paz y retroceder en seguridad".

En los pasados cuatro años, el gobierno de Uribe se empeñó en someter militarmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en vastas regiones del país y gracias a una ofensiva bélica sin precedentes logró relegar a los rebeldes izquierdistas a sus bastiones del sur. Aún así, la inauguración tuvo como escenario una ciudad completamente militarizada, con aviones y helicópteros sobrevolando, tanquetas vigilando las calles y unos 30.000 uniformados afanados en evitar ataques terroristas.

Más de 400.000 efectivos militares, un 25% más que al iniciar su mandato, fueron indispensables para llevar a cabo su política de "seguridad democrática", que le granjeó la reputación de tener "mano dura", pero devolvió la confianza a los colombianos para transitar por las carreteras sin temor a ser secuestrados en retenes de guerrilleros, según opiniones de variados sectores ciudadanos.

Las estadísticas muestran que esa política minimizó los asesinatos comunes y secuestros que tenían al país con algunos de los peores índices del mundo. La presidenta del Senado en su discurso destacó que la reelección es "invaluable en pos de dar continuidad a políticas de gobierno que dan resultados y que son reconocidas por la inmensa mayoría".

Uribe, un firme aliado de Estados Unidos, pudo aspirar a la reelección gracias a una reforma constitucional que aprobó el Legislativo, lo que Toro catalogó como "una decisión acertada".

Prometió que "la coalición uribista (que controla cerca del 70% del legislativo) será una fuerza unificada, comprometida con los colombianos y serán inaceptables los egoísmos y la soberbia... Vamos a ser un gran equipo, unidos como debe ser". Toro instó al mandatario a gobernar "cuatro años con corazón grande", haciendo alusión al primer lema de campaña de Uribe en el que decía tener "mano dura y corazón grande".

Mencionó que se creará una comisión legislativa para buscar el acuerdo humanitario, que permita liberar a unos 60 secuestrados en poder de las FARC, algunos desde hace casi una década. El tema no fue incluido por el presidente en su discurso, pero senadores de oposición extendieron sus brazos para mostrar en plena ceremonia fotografías de Ingrid Betancourt y varios de los militares que permanecen en poder de los rebeldes.

En materia económica, Uribe propuso "procurar el acceso bancario a seis millones de familias pobres, vincularlas con ese inicial recurso a la banca de las oportunidades, gestionarles crédito".

En palabras que sonaban más bien de un ideólogo izquierdista, el gobernante identificado con la derecha en este país expresó su "desacuerdo con el discurso macroeconómico fiscalista, que abandona el crecimiento económico a la suerte de la oferta y la demanda. El Estado tiene que estar comprometido por igual con el crecimiento y la equidad". Sin mayores precisiones, acotó que también se dispone a que el Estado se desempeñe como "garante de cohesión social, defensor del medio ambiente y promotor de crecimiento económico".

Uno de los temas que no mencionó Uribe en su alocución, fue el relativo al narcotráfico, uno de los más graves problemas en este país en donde se produce la mayoría de la cocaína que se consume en el mundo. En la ceremonia en el Senado estuvieron presentes 79 delegaciones internacionales y 11 jefes de gobierno, entre otros.


Fuente: AP