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Un muerto y un centenar de heridos deja accidente aéreo en San Andrés

Una mujer murió, 13 resultaron con heridas de gravedad y 111 lesionados en el accidente hoy de un avión que al parecer fue alcanzado por un rayo cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de la isla caribeña de San Andrés, en el norte de Colombia.

17 de agosto de 2010

Bogotá.- El suceso tuvo lugar a la 01.50 hora local del lunes (06.50 GMT) cuando un Boeing 737-700 de la aerolínea colombiana Aires y que hacía la ruta Bogotá-San Andrés con 131 personas en su interior, se disponía a tomar tierra en esta turística isla, donde su fuselaje quedó partido en tres pedazos.

La única víctima mortal fue Amar Fernández, como consecuencia de un paro cardíaco cuando era trasladada a un centro médico, mientras que trece personas, las más graves, fueron evacuadas a Bogotá y la mayoría ya fueron dadas de alta de los dos hospitales de la isla, señaló el gobernador del departamento de San Andrés, Pedro Gallardo.

Los heridos y lesionados fueron trasladados en un principio al Hospital Amor de Patria (89 personas) y el Centro Clínico Internacional Villarreal (35 personas).

María Camila Angarita, de 11 años y con un trauma craneoencefálico, es uno de los casos más graves, al igual que una mujer con heridas en el tórax, quienes fueron las primeras en salir desde el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés hacia Bogotá, donde reciben atención especializada de urgencia.

Otro avión de una empresa privada con otros seis heridos con "heridas menores", entre ellos un alemán que "necesita una evaluación más profunda", salió minutos después desde la isla hacia la capital colombiana, confirmó Gallardo, y una aeronave más con cinco heridos también salió con el mismo destino.

El secretario de salud de Bogotá, Hector Zambrano, dijo que la red de hospitales de la capital colombiana estaba preparada para recibir a las personas que serán examinadas, tres por neurocirugía, uno para cirugía plástica, tres para ortopedia, uno para atención ginecológica y otra persona con traumas menores.

Además se conoció que cinco brasileños, cinco franceses, cuatro estadounidenses, dos alemanes y dos costarricenses sobrevivieron al accidente del avión en San Andrés.

Mientras reviste gravedad la brasileña Caroline Gonçalves, que está embarazada y se encuentra "estable", pero su estado aún corre "algún grado de peligro", dijeron a Efe fuentes médicas.

María Elena Arango, gerente de la clínica Villareal de San Andrés, informó que la paciente se encuentra "bajo monitoreo fetal permanente" y con atención continua de un especialista en ginecología y obstetricia.

Los que no han podido llegar a San Andrés fueron los miembros de la comisión encargada de investigar las causas del accidente, así como el ministro de Transporte, Germán Cardona, a causa del mal tiempo.

Cardona confirmó que las condiciones climáticas han impedido retirar el avión accidentado, por lo que sigue aún cerrada esa terminal aérea.

"Hasta tanto no llegue la comisión investigadora y no haya el estudio correspondiente no se puede retirar el avión siniestrado", dijo el ministro desde la ciudad de Barranquilla, desde donde coordina los operativos ante la imposibilidad de llegar por ahora a San Andrés.

Por su lado, el director de seguridad ciudadana de la Policía Nacional, general Orlando Páez Barón, señaló a Efe que la aeronave, que cubría el trayecto Bogotá-San Andrés, se accidentó cuando se disponía a aterrizar en medio de una intensa tormenta eléctrica.

Asimismo, informó que "se habilitaron como aeropuertos alternos el de Panamá y Managua", en los países vecinos y cuyas costas están más cerca incluso que las colombianas, debido a que la terminal aérea de San Andrés permanece cerrada y las partes del avión aun "están regadas en 600 metros de la pista".

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, lamentó el fallecimiento de una mujer en el accidente y se comunicó telefónicamente con Luis Carlos Barreto, esposo de la víctima.

Además, le "ofreció el apoyo del Gobierno para enfrentar esta tragedia familiar" y pidió a las autoridades "prestar la atención oportuna y necesaria a los heridos que dejó este accidente aéreo".

Jimmy Roncancio, su hija Laura Sofía y su esposa, María Fernanda Cuervo, tres de los supervivientes del avión no dudan en calificar como un "milagro" su terrible experiencia, que aún los conmociona.

"Esto no tiene otro nombre: es un milagro", dijo a Efe este hombre de 42 años, quien tras el impacto se rompió la cabeza con la mesa de comidas de la silla del frente. Sus brazos tienen varios raspones y su cara evidencia un cansancio terrible.

 

EFE