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UE apunta a impuesto a banca para nuevo fondo crisis

Un impuesto extraordinario a la banca que recaudaría unos 50.000 millones de euros podría financiar un nuevo plan de estabilidad para proteger a los países de la zona euro con problemas financieros, según un informe interno del cuerpo Ejecutivo de la Unión Europea.

12 de enero de 2011

Bruselas - En el documento de la Comisión Europea conocido por Reuters el miércoles, que delinea su visión sobre el Mecanismo de Estabilidad Europea (ESM por su sigla en inglés), la entidad recomienda distintas maneras de financiar el nuevo fondo que busca frenar las crisis de deuda a contar del 2013.

Los redactores del informe dicen que al fondo se le debiera permitir comprar bonos de gobiernos, lo que posibilitaría que el Banco Central Europeo retire su programa de compras de bonos iniciado en mayo pasado.

Al plantear la necesidad de una "masa crítica de aporte de capital", los funcionarios sugieren que el sector financiero debiera ser llamado a aportar estas reservas, dado que el sector se beneficia de la existencia de este fondo, que reemplazará a la actual Facilidad de Estabilidad Financiera Europea (EFSF).

"Es de interés del sector financiero contribuir a la existencia de una red de seguridad final, que proteja la capacidad de las autoridades públicas de rescatarlos", escribieron en el informe.

"Un impuesto extraordinario del 0,2% sobre los activos de los bancos de la zona euro permitiría (...) recaudar unos 50.000 millones de euros", dijeron en el documento, que circula mientras los ministros de Finanzas de la zona euro evalúan una extensión de la red de seguridad financiera existente.

El informe es el último intento de Bruselas por elevar el respaldo entre los 27 países miembros de la UE a un impuesto paneuropeo a los bancos, el que no ha conseguido hasta ahora.

El documento, que influirá en la formación de la nueva red de seguridad de la zona euro, dice que al fondo se le debiera permitir adquirir bonos soberanos en el mercado secundario.

Eso podría permitir al BCE retirar su propio programa de compra de bonos que busca apuntalar a los golpeados mercados de deuda de la zona euro y aliviar las presión sobre países en problemas como Irlanda y Portugal.

Tal esquema, que expone al BCE a potenciales pérdidas, ha dividido al banco central, con la oposición pública del titular del Bundesbank, Axel Weber.

Si se deja entrar al ESM, significaría que el BCE no sería el único responsable de apuntalar a los mercados de bonos.

El informe, que fue presentado a los viceministros de Finanzas de la zona euro en una reunión preparatoria del lunes, antes del encuentro ministerial del Eurogrupo del próximo lunes, también sugiere otras formas de financiar el mecanismo para hacerlo menos dependiente de los países de la UE.

Los redactores recomendaron transferir el dinero que quede de la EFSF al nuevo fondo, un colchón que podría llegar a los 4.200 millones de euros, o imponer nuevas multas a los estados miembros que rompan las reglas presupuestarias.

 

(Reuters)