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Trabajadores Rurales reclaman al gobierno de Lula

El Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra, MST, reclaman que Lula quiere transformar al sector en "neocolonias".

13 de junio de 2007

Brasilia_  El gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva es "rehén" del agronegocio y mientras hace "bonitos discursos" sobre los biocombustibles aún carece de una política para los pequeños cultivadores, reclamaron el miércoles miembros del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).

Puntal de las robustas exportaciones agrícolas de Brasil, líder mundial en productos como soya, azúcar, carne, pollo, entre otros, el agronegocio "es una bestia... es el hijo del matrimonio entre el capital extranjero y los hacendados brasileños", dijo Joao Pedro Stedile, miembro de la coordinación nacional del MST.

Y más recientemente ha surgido otro hijo, agregó Stedile, que es el "agronegocito, los campesinos ricos que se casan con la empresa extranjera porque producen para venderle su producción".

"Ese es el nuevo contexto de la lucha por la reforma agraria... el estado brasileño es quien ayuda a que ese matrimonio se lleve bien, es el que garantiza la paz en ese matrimonio", añadió Stedile en un discurso ante miles de delegados del MST reunidos del 11 al 15 de junio en el gimnasio capitalino en su V Congreso Nacional.

Debido a esa estrecha relación entre las grandes empresas que invierten en el sector agrícola y los hacendados, con la consiguiente producción de materias primas para exportación, generando divisas para el país, "el estado brasileño es rehén de ese modelo", dijo a su turno en el congreso Regina Bruno, profesora de sociología de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Los países industrializados "con apoyo del gobierno, nos quieren transformar en neocolonias, es la reedición de la vieja colonia exportadora de materias primas, y que sepamos ningún país se desarrolló exportando sólo materias primas", indicó a su vez Gilmar Mauro, miembro de la coordinación nacional del MST.

Mauro dijo que la nueva moda es hablar de los biocombustibles o combustibles a partir de productos agrícolas, "pero incluso en esa lógica de buscar energías renovables que precisan de alta tecnología, los grandes productores tienen más chances que los pequeños por esa tecnología".

"Lula ha hecho bastantes discursos, incluso hasta bonitos, pero en la práctica no hemos visto una política para estimular la pequeña agricultura del biodiesel", aseguró.

Pero el gobierno mantiene que por lo menos 63.000 de unas 250.000 familias dedicadas a la agricultura en pequeña escala ya se benefician de reglas emitidas en diciembre del 2004 para estimular la producción de productos como palma y mamona entre pequeños agricultores, ofreciéndoles descuentos impositivos de entre 32% y 100%, al destinar su producción a la venta de complejos industriales que produzcan biodiesel.

También que los créditos oficiales para el sector de la agricultura familiar se triplicaron del 2003 al año pasado pasando de 2.000 millones de reales a unos 7.000 millones de reales (de unos 1.000 millones de dólares a 3.000 millones de dólares), según datos del Programa Nacional de Agricultura Nacional (Pronaf).

 

 

AP