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Texaco descarta arreglo extrajudicial en Ecuador

La compañía señaló que el juez del caso Germán Yánez está sometido y ha cedido a algunas presiones que provienen de los abogados acusadores y del Frente de Defensa de la Amazonia.

2 de marzo de 2007

Quito.- Chevron-Texaco descartó el jueves cualquier arreglo extrajudicial en el pleito que mantiene hace 13 años con pobladores de la Amazonia, quienes demandan una millonaria indemnización por las muertes y daños que según ellos la empresa causó en la zona por medio de contaminación.

El abogado estadounidense Steven Donziger, parte del equipo legal de los acusadores, dijo a la AP que Chevron-Texaco "está desesperada" y que quiere demorar el juicio para que nunca termine. El representante de Chevron-Texaco, Jaime Varela, expresó en una reunión con periodistas que "bajo ningún punto se negociaría (extrajudicialmente) nada, ningún tipo de acuerdo, eso ni siquiera está concebido".

Añadió que "nunca, no se concibe ningún tipo de acuerdo de ninguna naturaleza". Los demandantes, en representación de unos 30.000 presuntos afectados de la Amazonia, reclaman una indemnización de unos 6.000 millones de dólares.

El representante legal de Texaco en Ecuador, Rodrigo Pérez, dijo que "tenemos que esperar que termine el caso pase lo que pase" y acotó que si las cosas se aceleran podría terminar la causa en un año y medio o que de lo contrario podría durar años. Mostró su preocupación porque Yánez "ha cometido una serie de irregularidades, la presión está forzándole a este señor a cometer irregularidades".

Puso como ejemplos que el juez aceptó de manera ilegal que los demandantes renuncien a la inspección de los sitios presuntamente contaminados pedida por los acusadores y que tampoco ha atendido pedidos de trámites solicitados por Chevron-Texaco. Pérez manifestó que no está descartada la posibilidad de pedir la recusación del juez para que lo retiren de la causa.

Destacó que "insistimos en que se revisen todas las pruebas para probar que tenemos la razón". Mientras no se evacuen todas las pruebas, el juez no tiene los argumentos para emitir sentencia, añadió. Donziger informó que "la posición de Texaco es de desesperación, dado que las pruebas científicas demuestran que 100% de los sitios inspeccionados tienen altos niveles de tóxicos que amenazan la salud humana".

"La estrategia es demorar el juicio para que nunca termine, tenemos 13 años en este juicio, no es necesario que haya más inspecciones cuando todas resultan igual (demuestran la contaminación)", expresó. Acerca del juez, Donziger señaló que es "honesto, justo, a veces hemos tenido nuestras quejas, igual que Texaco, y eso es la señal más importante de que el juez está comportándose de una manera justa".

Los demandantes denuncian que más de 18.000 millones de galones de residuos de petróleo fueron vertidos en esa región, incluyendo ríos y pantanos de la Amazonia, entre 1972 y 1990, mientras la Texaco operó en Ecuador. El proceso judicial, que está en la fase de verificación de pruebas, se ventila en la Corte Superior de Lago Agrio, a 180 kilómetros al noreste de Quito, en el que las comunidades acusan a la Texaco por los daños humanos y ambientales ocasionados.

 

 

AP