Home

Noticias

Artículo

S&P lanza mensaje de tranquilidad a los mercados

"La exposición al sector subprime estadounidense ha estado limitada por la dinámica de los mercados latinoamericanos, los requerimientos regulatorios locales y las prácticas de administración de riesgo", dijo la firma en un informe.

21 de agosto de 2007

Nueva York_ Standard & Poor's no espera que los recientes desafíos en los mercados globales de capital afecten las calificaciones de emisores de América Latina.

De acuerdo con un análisis reciente realizado por Standard & Poor's sobre las empresas, bancos, y aseguradoras calificados en América Latina, su exposición directa a instrumentos relacionados con el sector hipotecario subprime en Estados Unidos parece ser prácticamente nula, y como tal, ni las oscilaciones en sus precios de mercado ni las potenciales pérdidas del sector o de las obligaciones de deuda garantizada relacionadas (CDOs, por sus siglas en inglés), deberían afectar a las entidades en América Latina.

Las empresas, bancos, fondos de inversión, aseguradoras y otras instituciones financieras de América Latina prácticamente no tienen activos de este tipo. La exposición al sector subprime estadounidense ha estado limitada por la dinámica de los mercados latinoamericanos, los requerimientos regulatorios locales y las prácticas de administración de riesgo.

Las instituciones financieras y fondos en América Latina se han inclinado por invertir principalmente en títulos públicos locales. Aunque en los últimos años, los inversores institucionales de la región han aumentado su exposición a instrumentos internacionales y se han diversificado hacia inversiones del sector privado y derivados de tasas de interés, acciones y divisas, consideramos que el riesgo crediticio de estos inversionistas se encuentra limitado y concentrado en instrumentos de alta calidad de gobiernos, bancos, empresas u otras contrapartes.

Los gobiernos en América Latina y el Caribe también han logrado aislarse hasta ahora de los desafíos que enfrentan los mercados crediticios internacionales. La mayor resistencia de las calificaciones soberanas obedece en gran parte al éxito de muchos gobiernos en desarrollar mercados domésticos de capital en los últimos años, aligerando su dependencia de los flujos externos de capital. Además, esta resistencia también refleja el éxito de muchos países en mantener una baja inflación, acumulando reservas considerables y aumentando la flexibilidad cambiaria, factores que les permiten un mayor aislamiento frente los impactos externos negativos.

Sin embargo, la volatilidad actual de los mercados globales de capital y crédito ha ocasionado la reciente postergación de varias emisiones en el mercado internacional de bonos. Aunque el acceso de contrapartes de América Latina a los mercados internacionales para refinanciamiento se ha visto afectado por los recientes desafíos del mercado global, consideramos que las entidades calificadas en la región generalmente cuentan con adecuadas fuentes de liquidez alternativa. Los tipos de interés asociados a emisiones internacionales se han elevado, en particular para las de empresas que tienen calificaciones en grado especulativo. A pesar de ello, hemos revisado la exposición de las entidades calificadas ante una potencial extensión del periodo de volatilidad en el mercado crediticio y observamos que estas entidades muestran limitados vencimientos de emisiones internacionales bullet o cuentan con una amplia liquidez, por lo que las presiones para lograr refinanciamiento de pasivos serán limitadas hasta el cierre del año. Dado el fortalecimiento de los mercados locales de capital en los últimos años, los emisores de América Latina dependen menos de los mercados internacionales de capital; la mayoría de ellos ha acudido a dichos mercados para aprovechar las bajas tasas de interés y administrar sus pasivos más que para cubrir necesidades específicas de refinanciamiento o liquidez.

Debido a ello, estas entidades pueden posponer sus transacciones en el mercado internacional de capitales hasta que mejoren la liquidez y los costos de financiamiento, sin poner en riesgo su posición crediticia. Además, la liquidez en los mercados locales de capital y la de los bancos locales sigue siendo sólida y los emisores todavía están colocando títulos en los mercados locales.