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Se requerirá una fortuna para reducir los gases de invernadero

6 de junio de 2008

TOKIO  _ El mundo deberá invertir 45 billones de dólares en energía en las próximas décadas, construir unas 1.400 plantas de energía nuclear y expandir en gran medida la energía eólica para reducir a la mitad las emisiones de gases para el 2050, según un estudio difundido el viernes.

El informe de la Agencia Internacional de Energía, con sede en París, avizora una "revolución energética" que reduciría de gran modo la dependencia mundial de combustibles fósiles manteniendo a la vez un crecimiento económico estable.

"Cumplir este objetivo de una reducción del 50% en emisiones representa un desafío formidable, y necesitaremos una acción política inmediata y una transición tecnológica a escala sin precedente", dijo el director ejecutivo de la agencia, Nobuo Tanaka.

El año pasado, una red de científicos de las Naciones Unidas llegó a la conclusión de que las emisiones deben reducirse a por lo menos la mitad para el 2050 a fin de evitar un aumento en las temperaturas mundiales de entre 3,6 y 4,2 grados Fahrenheit (2 a 2,33 grados centígrados) respecto de los niveles anteriores al siglo XVIII.

Los científicos dicen que los aumentos de temperatura más allá de esas cifras podrían causar efectos devastadores como la pérdida extensa de especies, hambrunas, sequías y la inundación de zonas costeras vastamente pobladas por el aumento del nivel de los océanos.

Los ministros ambientales del Grupo de los Ocho y de Rusia respaldaron el objetivo del 50% en una reunión en Japón el mes pasado y exhortaron a que sea oficialmente aprobada en el encuentro del G-8 en julio.

Dolf Gielen, un analista de energía de la Agencia y líder del proyecto, dijo que la mayor parte de los 45 billones de dólares necesarios (27 billones) correspondería a los países desarrollados, que para el 2050 serán responsables de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La mayor parte de los fondos sería para la comercialización de tecnologías energéticas desarrolladas por gobiernos y el sector privado.

 
(AP)