Home

Noticias

Artículo

Se oponen a quiebra de Lloyd Aéreo Boliviano

La empresa, que es línea bandera de Bolivia, podrá apelar la decisión del juez, pero tendrá que demostrar que no está en situación de insolvencia y cesación de pagos, lo que no pudo probar hasta ahora, según señala el fallo.

23 de noviembre de 2007

La Paz_ Trabajadores del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) desconocieron el fallo de un juez que declaró la quiebra de esa compañía, y el jueves se parapetaron en las puertas de la empresa para impedir el ingreso de los interventores designados por el tribunal, informó un dirigente de los funcionarios.

"Los trabajadores estamos en estado de emergencia y en alerta. No vamos a permitir que nadie ingrese y quiera adueñarse de la empresa a precio de gallina muerta", dijo el dirigente Gustavo Viscarra en la ciudad de Cochabamba, al centro de Bolivia donde está la oficina matriz del LAB.

El juez séptimo de Partido en lo Civil y Comercio, Basilio Cruz Chilo declaró el miércoles la quiebra de la aerolínea, sumida en profunda crisis financiera. Como primera medida designó a dos síndicos y tres interventores. Pero Viscarra dijo que el fallo está en apelación.

El nuevo gerente de la compañía, Julio Valenzuela, declaró a periodistas que no le preocupa la decisión de quiebra y que la compañía insistirá en recusar al juez.

"No nos quita el sueño, es una majadería, es un absurdo jurídico sin pies ni cabeza", dijo del fallo.

La empresa, que es línea bandera de Bolivia, podrá apelar la decisión del juez, pero tendrá que demostrar que no está en situación de insolvencia y cesación de pagos, lo que no pudo probar hasta ahora, según señala el fallo.

La declaración de quiebra impide a la compañía realizar transacciones con sus bienes.

Fundada en 1925, el LAB es una de las aerolíneas más antiguas del continente. El estado boliviano la privatizó parcialmente en 1996 a la brasileña VASP que en 2002 transfirió el paquete al empresario boliviano Ernesto Asbún quien fugó del país tras haber sido acusado de apropiación de recursos de la compañía.

Desde el 2006, el LAB era administrado por sus empleados y perdió por deudas la última aeronave. El gobierno declinó intervenir debido al monto de la deuda que alcanza a 140 millones de dólares, sin contar los salarios adeudados a los funcionarios que iniciaron la demanda. Ninguno de los esfuerzos por levantar a la empresa dio resultado.

En marzo, la Superintendencia de Transportes obligó a la compañía a suspender operaciones tras haber cancelado vuelos a España debido al vencimiento de seguros, la falta de aeronaves y presupuesto para costear el combustible. Desde entonces cesó sus operaciones.

 

 

 

 

AP