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Recorte de tasas podría quedarse corto

20 de enero de 2009

México.- Los bancos centrales de AL están recortando sus tasas de interés, pero la dependencia a las exportaciones y el escaso crédito significan que los banqueros pueden hacer poco para amortiguar la recesión en EE.UU.

 

Los bancos centrales de Chile y México se sumaron a principios de mes a la ola global de reducir el costo del crédito y una mayoría de economistas augura recortes más profundos en lo que resta del año.

También se espera que Brasil recorte su tasa de interés de referencia en al menos 50 puntos base el miércoles y aplique bajas adicionales de 300 puntos base o más en los próximos 12 meses.

Las economías de la región dependen extremadamente de las exportaciones, desde los granos brasileños, hasta maquinaria pesada, autos y petróleo mexicanos. Las manufacturas y el petróleo le representan a México cerca de un 40 por ciento de la economía, pero la demanda de estos productos desde Estados Unidos ha caído dramáticamente.

La confianza del consumidor y la empresarial ha sido golpeada por los problemas del sector exportador de la región. Cifras laborales recientes en Brasil muestran que el desempleo está tocando máximos no vistos en 10 años.

"Incluso con los recortes futuros en las tasas, el crecimiento de América Latina quedaría por debajo de los pronósticos", dijo Gray Newman, analista de la firma Morgan Stanley, en un reporte.

La ya baja penetración de la banca entre los consumidores de América Latina podría reducirse aún más por el impacto de las tasas de interés, en momentos en que los bancos miran con cautela sus estimaciones de crecimiento por la debilidad del mercado laboral y el empeoramiento de la calidad crediticia.

El crédito bancario y los servicios financieros no bancarios representan sólo el 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México y el 40 por ciento en Brasil, en contraste con los niveles casi al doble de los países desarrollados como Estados Unidos.

Los bancos centrales latinoamericanos se han demorado en reaccionar a la crisis financiera a diferencia de sus pares en cualquier parte del mundo, debido, en parte, a la triste historia de hiperinflación que la región trae a cuestas.

"Hubo señales de peligro desde muy temprano, en octubre, de que lo que se está gestando para América Latina es muy profundo y que la caída será muy aguda", dijo Enrique Alvarez, jefe de investigación para América Latina de la firma IDEAglobal en Nueva York.

"Han estado abrumadoramente enfocados en su lucha contra la inflación y tal vez no han comprendido o entendido la intensidad de la crisis crediticia", agregó.

La inflación ha permanecido tercamente por arriba de los objetivos oficiales en las grandes economías como Brasil y México, y a los banqueros les preocupa que la súbita caída que han experimentado las monedas en América Latina desde octubre pueda impulsar alzas adicionales en los precios, al elevar los costos de importación.

"La desaceleración va a aminorar con fuerza la presión inflacionaria proveniente de la depreciación cambiaria, que es significativa", dijo Roberto Padovani, economista en jefe del banco WestLB Brasil en Sao Paulo.

DESACELERACION AGUDA
Naciones Unidas advirtió la semana pasada que las economías de América Latina rebajarían con fuerza su ritmo de expansión en el 2009. La ONU espera una expansión del 2.3 por ciento en el 2009 para América Latina y el Caribe, en contraste con el 4.3 por ciento del 2008.

Pero las mayores economías de la región podrían estar entre las más golpeadas. La débil demanda global por exportaciones y materias primas ha derivado en pérdida de empleos.

Brasil podría crecer un tímido 0.5 por ciento, en tanto que México, la segunda mayor economía de América Latina, enfrenta el fantasma de una contracción de hasta un 1.2 por ciento, de acuerdo con Naciones Unidas.

No obstante, datos recientes apuntan a una desaceleración regional más severa, ya que las fábricas han recurrido a paros técnicos y los consumidores han reducido su gasto.

Los banqueros centrales, hasta ahora, han dado pocas señales de que están preparados para seguir recortes tan profundos como los que han aplicado las naciones desarrolladas. Incluso un recorte de 300 puntos básicos dejaría la tasa de interés referencial de Brasil arriba del 10 por ciento.

 

 

Reuters