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Pronóstico reservado para la votación de la sede olímpica 2016

Pronóstico reservado para la votación de la sede olímpica 2016.

1 de octubre de 2009

Después de años de preparativos e intensos cabildeos, Chicago, Río de Janeiro, Madrid y Tokio sabrán el viernes si recibirán la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.

Lo que está en juego para el ganador es una dosis de prestigio y una bonanza de miles de millones de dólares en inversión en sus economías. Los perdedores sólo podrán lamentarse de lo que pudo ser.

Se eliminará una por una en una tensa media hora de rondas sucesivas de voto secreto por el Comité Olímpico Internacional.

Poco después, el presidente del COI Jacques Rogge abrirá un sobre sellado con el nombre del ganador y pronunciará las palabras mágicas: "Los Juegos de la 31ra Olimpiada han sido asignados a la ciudad de ..."

En la víspera de la votación, los 106 miembros del COI se tenían bien escondido sus intenciones.

Tokio parece ser la única de las cuatro ciudades que estaría sin opciones. El pronóstico es reservado entre las playas de Río, la elegancia europea de Madrid y el ritmo frenético de Chicago. Todos tienen motivos para sentirse esperanzados, ninguno con seguridad de triunfo.

"Ha habido tantas sorpresas en el pasado. Esto está muy parejo en este momento. Depende de lo que pase en la primera ronda", dijo Willi Kaltschmitt, miembro del COI desde 1988.

A medida que una ciudad sea eliminada, sus votos quedarán para cualquiera y ahí estará la clave. ¿Si Tokio es la primera en caer, podrán sus simpatizantes inclinarse por Río, Madrid o Chicago? ¿Podrá Madrid sorprender a las favoritas Chicago y Río en la segunda ronda, dejándoles fuera?

Cualquier ciudad puede ganar o perder si un par de votos cambiasen de manos. Algunos veteranos miembros del COI dicen que no ha habido una votación tan reñida en tiempos recientes.

Para evitar la compra de votos, los miembros del COI ya no pueden visitar a las ciudades y ahora deciden en base a lo que se les dice y, en ciertos casos, por corazonadas, factores emocionales e intereses personales.

Aquí es donde podría incidir la presencia de Barack Obama, el presidente de Estados Unidos que llegará el viernes en la mañana para pasar sólo cinco horas en la capital de Dinamarca y tratar de sumar votos para la causa de Chicago, su ciudad adoptiva.

Su elección en noviembre como el primer presidente de raza negra en la historia de Estados Unidos causó gran impacto en Europa, donde se concentra el mayor bloque de miembros con derecho a voto con 46.

Su esposa, Michelle Obama, llegó el miércoles y con su simpatía ha tratado de atraer apoyo para Chicago.

Si bien se han cuidado en declarar que la presencia de Barack Obama podría ser decisiva, los miembros del COI reconocen que era algo que se esperaba con ansiedad.

"Es un momento bastante especial", dijo Gerhard Heiberg, un noruego con puesto en la junta directiva del COI. "Déjenme escucharle y ver que tipo de visión tiene para los juegos".

Pero Chicago también afronta la oposición de otro carismático líder: el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

El ex jefe sindical se ha encargado de plantear argumentos sólidos a favor de Río, principalmente el que ningún país de Sudamérica ha albergado los juegos y que los mismos no son de propiedad exclusiva de las naciones más ricas del planeta.

Se trata de un argumento que los demás no pueden esgrimir, ya que sus países han montado previamente una olimpiada.