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Príncipes concluyen su visita fructífera a Perú que afianza lazos con España

Los Príncipes de Asturias concluyeron hoy en Arequipa su primera visita oficial a Perú, que han calificado de "fructífera" y "provechosa", y que ha permitido afianzar aún más los lazos entre España y el país andino.

25 de noviembre de 2010

Lima - Con un almuerzo que les ofreció el presidente del Gobierno regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén, terminó una intensa agenda de trabajo de tres días que tuvo como principal objetivo respaldar las inversiones españolas en Perú e impulsar la todavía desequilibrada balanza comercial.

Como "especialmente grata y fructífera" calificó el Príncipe Felipe en su discurso esta visita, en la que, dijo, han cubierto un programa "particularmente provechoso de reuniones y encuentros para promover" las relaciones bilaterales "en todos los órdenes".

Los Príncipes, añadió, se han sentido "como en casa" y han gozado de la "cordialidad" de los peruanos, del "esplendor de su historia y cultura", de sus paisajes y monumentos, de la "calidad" de su gastronomía y de "la nueva pujanza de su economía".

Hoy, los Príncipes eligieron para dar por concluido su viaje oficial la segunda ciudad del país -cuna del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa- cuya población les acogió con entusiasmo mientras visitaban algunos proyectos en los que ha participado la cooperación española al desarrollo.

En concreto, los Príncipes han recorrido el Tambo de la Cabezona, en el que se alojan unas 25 familias, y el convento de Santa Catalina, donde viven 26 monjas de clausura.

Con 25 años de presencia en este país y el trabajo de forma continua de 38 ONGs, la cooperación española ha querido apoyar a Perú en sus procesos de desarrollo y, así, en los últimos cinco años le ha otorgado más de 400 millones de euros.

Además, y dentro del Fondo Español de Cooperación para Agua y Saneamiento, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero comprometió para Perú 48 millones de euros.

Acompañados, entre otras autoridades, de la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez, los Príncipes de Asturias han visitado en la que se conoce como "ciudad blanca" el Tambo de la Cabezona, una especie de albergues que surgieron en el periodo prehispánico y se ubicaron en las vías principales para alojar al Inca y su séquito. Posteriormente servirían para los arrieros.

En el siglo XX fueron casa de obreros, pero los terremotos y el deterioro sufrido también por su uso para pequeña industria, como el cuero, los convirtieron casi en tugurios.

Aquí vivían desde hace tiempo algunas personas, como Olga Berenguer, que lleva 50 años en régimen de alquiler, tal y como recordó a Efe emocionada ante la ilustre visita.

Los Príncipes recorrieron este Tambo, restaurado por la cooperación española y concluido este mismo año, con una aportación de España de 212.356 dólares.

Tras la visita, los Príncipes se trasladaron al Monasterio de Santa Catalina, una joya arquitectónica de la ciudad de Arequipa construida en el siglo XVI.

Hubo en su día aportación española para restaurar parte del edificio, una especie de ciudadela conventual para monjas españolas con dote. Hoy, el conjunto está plenamente restaurado y muchas de sus zonas recuerdan a construcciones y patios andaluces. Del pasado español queda el nombre de ciudades de la Península de las calles de esta ciudadela.

El Príncipe no quiso pasar por alto, en su último discurso del viaje, la belleza de Arequipa, su "aire limpio y luz única", la "paz y sosiego" del Monasterio de Santa Catalina, la historia de la ciudad y haber sido cuna del "pensamiento libre y de las vanguardias filosóficas, artísticas y culturales".

Así, no se olvidó de Vargas Llosa, de quien resaltó su compromiso con la libertad y los derechos humanos y al que definió como "creador de un universo propio, construido obra tras obra con el noble material de nuestra lengua común, sólida, hermosa y duradera" como -subrayó- el "sillar" de los edificios de Arequipa, la piedra volcánica blanca que los caracteriza.

Y para concluir su estancia y la de su esposa, Doña Letizia, el Príncipe Felipe recordó "el llamamiento que hizo Maita Cápac -quien según la leyenda está en el origen del nombre de la ciudad- cuando exclamó: 'Ari-que-pay'", es decir, "quedémonos aquí".

EFE