Home

Noticias

Artículo

Presidentes buscan consenso para tratado energético suramericano

Chávez pidió a su colega brasileño mediar para que "Estados Unidos que nos permita llevar etanol de caña, sin aranceles, o que nos bajen los aranceles porque es muy caro".

17 de abril de 2007

Porlamar, Venezuela.- En medio de las divergencias surgidas con temas tales como la producción del etanol, la constitución del Banco del Sur, y hasta el cambio de nombre del bloque, ocho presidentes de la región iniciaron el martes una cumbre para consolidar posturas en torno a un proyecto de Tratado Energético Suramericano que les garantice satisfacer las necesidades energéticas de sus países.

A pesar de que el principal asesor del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva en asuntos internacionales, Marco Aurelio García, afirmó el lunes que las críticas sobre el tema del etanol estaban "atenuadas", la agencia estatal de Brasil informó que el ministro de Minas y Energía de ese país, Silas Rondeau, bloqueó una propuesta de las delegaciones de Venezuela y Bolivia para incluir en la declaración final una advertencia en cuanto a que la producción de biocombustibles perjudica las zafras agrícolas.

La férrea postura brasileña de defensa del etanol llevó al presidente Hugo Chávez el martes a moderar su posición respecto al tema, pero insistió en que había que tener cuidado en "que no afecte los alimentos".

"No es lo mismo hablar del etanol de caña o el etanol de mamona, el biodiesel, o de tártago, o de palma africana...a hablar del maíz, quitarle el maíz a la gente y a la cadena alimenticia para alimentar automóviles. Es una cosa terrible, que ya está ejerciendo impacto", acotó. Indicó que Venezuela quiere importar etanol de Brasil, "y además sin aranceles". "Nosotros necesitamos como 200.000 barriles diarios de etanol creo que es el 80% de lo que produce brasil hoy ya, o 50%", precisó.

"El mundo no tiene falta de alimentos, nadie deja de comer por falta de alimentos. No. Las personas dejan de comer por falta de rentas, esa es la cuestión fundamental", dijo García al desestimar las críticas que han hecho Chávez y el presidente cubano Fidel Castro respecto al impacto sobre la producción de alimentos que tendría el acuerdo que firmaron el mes pasado Brasil y Estados Unidos para elevar la producción y consumo de etanol en el hemisferio.

El asesor reconoció que el impacto sobre el ambiente "existe también con el petróleo".

La agencia estatal brasileña indicó que se está trabajando en una declaración final que amplíe a todos los combustibles el impacto sobre el medio ambiente, incluyendo la producción de gas y petróleo.

Chávez propuso el martes a sus colegas sudamericanos un proyecto de Tratado Energético Suramericano de cuatro líneas estratégicas: petróleo, gas, energías alternativas y el ahorro energético. Explicó que en el marco del tratado se prevé una "alianza de producción de gas" a través de "plantas de regasificación", y la construcción del Gasoducto del Sur, un gasoducto transandino, y el gasoducto entre Colombia y Venezuela, que se inaugurará en agosto y que se espera extender hasta Centroamérica por medio de Panamá.

En la parte petrolera propuso que Venezuela podría abrir a empresas suramericanas la explotación de un bloque de la faja oriental del Orinoco con el pago de un bono de participación de "no menos de 5.000 millones de dólares" que serviría para crear un fondo. Asimismo, planteó la construcción de un polo petroquímico y una red de trece refinerías en la región, que incluirían las de islas de Cuba, Jamaica, y Dominica, y Nicaragua, y además tendrían producción del etanol para inyectarlo a la gasolina.

El ministro de Energía de Chile, Marcelo Tokman, manifestó a la prensa que la propuesta de Chávez es un "punto de partida que requiere ser complementado con otras variables, en particular el punto planteado por el presidente de Brasil y también planteado por el presidente de Colombia (Alvaro Uribe) es el hecho de que es necesario incorporar también dentro de las interconexiones, la transmisión eléctrica".

Tokman descartó que las fricciones que surgieron entre Chile y Venezuela a raíz de unas declaraciones que hizo Chávez contra el senado chileno hayan afectado la participación de su país en la cumbre. "No hubo ningún efecto, la participación de Chile fue espléndida", agregó.

Chávez dijo que los ocho mandatarios asistentes aprobaron por consenso cambiar la denominación de la Comunidad Suramericana de Naciones -- que se conformó en diciembre del 2004 en la cumbre del Cusco -- por el de Unión de Naciones Suramericana (Unasur), que tendrá una secretaría permanente en Quito. Asimismo aprobaron la conformación de un Consejo Energético Suramericano.

Otro de los temas que ha suscitado diferencias en la cumbre es el referente al Banco del Sur, iniciativa que es promovida por Venezuela y Argentina, y donde Brasil ha mostrado reservas. A la I Cumbre Energética Sudamericana asisten además de Chávez y Lula, los mandatarios de Argentina, Néstor Kirchner; de Chile, Michelle Bachelet; de Bolivia, Evo Morales; de Colombia, Alvaro Uribe; de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Nicanor Duarte; el vicepresidente de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, y los primeros ministros de Guayana, Sam Hinds, y el primer ministro delegado de Surinam, Gregory Rusland.

 

AP