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Posible impacto de "La Niña" en economía Argentina

El fenómeno de La Niña, caracterizado por un enfriamiento del Océano Pacífico que altera el clima mundial, causó escasez de lluvias en Argentina, afectando la evolución de las cosechas de granos y podría golpear las exportaciones y la recaudación de impuestos este año.

17 de enero de 2011

Buenos Aires - Argentina es el tercer exportador global de soja, el primero de su aceite y harina y el segundo de maíz.

Por el impacto de La Niña, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) rebajó su previsión de la cosecha de soja del ciclo 2010/11 de Argentina a 50,5 millones de toneladas desde 52 millones.

Pero otros cálculos ya adelantan que la producción agrícola del país será aún menor, con una recolección de soja de 47 millones de toneladas o incluso 43 millones.

A continuación dos escenarios sobre el posible efecto de La Niña en la economía argentina:

EFECTO NEUTRO DE LA NIÑA

* Si la cosecha de soja argentina cayera a 47-48 millones de toneladas y los precios de los granos promediaran el nivel del inicio del año, las exportaciones totalizarían la misma suma que con una cosecha de 52 millones de toneladas y los precios algo más bajos del cuarto trimestre del 2010.

* En este caso, las ventas externas del 2011 estarían en torno a los 80.000 millones de dólares previstos a fines del año pasado, según las consultoras Econométrica, ACM, Estudio Bein y Economía y Regiones (EyR), dejando a las cuentas de Argentina con el resto del mundo con algún ajustado superávit.

* En un escenario semejante, los impuestos a las exportaciones argentinas (retenciones), de los que el complejo sojero representa aproximadamente la mitad, aportarían unos 13.800 millones de dólares, un 19 por ciento más que en el 2010, de acuerdo con el Estudio Bein.

* El crecimiento de las exportaciones permitiría mantener las reservas del Banco Central en unos 50.000 millones de dólares, ayudando a la estabilidad del peso, y mayores ingresos por retenciones limitarían la necesidad de apuntalar al Tesoro con otras fuentes de recursos estatales.

* La producción agrícola no aportaría ni restaría al crecimiento total del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina, de acuerdo con el Estudio Bein, o a lo sumo quitaría solo 0,45 puntos porcentuales a la expansión, según un reporte de UBS.

* Pese a que muchos productores ya padecen la sequía, la cosecha relativamente alta en términos globales mantendría a La Niña en un segundo plano en los reclamos de los líderes rurales, que lanzaron una huelga comercial por la intervención del Gobierno en el mercado del trigo .

EFECTO MEDIANO DE LA NIÑA

* Si la producción de soja argentina bajara a 43 millones de toneladas y los valores de los granos promediaran el nivel del inicio del 2011, las exportaciones argentinas serían inferiores a la suma de alrededor de 80.000 millones de dólares previstos en el escenario anterior.

* En un caso como este, las exportaciones del complejo sojero podrían ser inferiores en unos 1.600 millones de dólares, 2.200 millones de dólares o incluso 3.300 millones de dólares al escenario previo, de acuerdo con ACM, EyR y Estudio Bein, respectivamente.

* El fisco argentino recaudaría unos 750 millones de dólares menos que en el escenario anterior por retenciones a la soja. Estudio Bein cree que las retenciones totales ascenderían a unos 12.000 millones de dólares, solo unos 400 millones de dólares más que el año pasado, según EyR.

* El Banco Central ingresaría menos divisas y sus reservas podrían terminar el año algo debajo de los 50.000 millones de dólares, con alguna moderada tensión sobre el peso. Y con menos ingresos de retenciones, el Tesoro podría depender aún más de las fuentes de recursos alternativas del Estado.

* El PIB crecería 0,6 puntos porcentuales menos, de acuerdo con el Estudio Bein, contando tanto los efectos directos de La Niña (sobre la producción agrícola en sí) como los indirectos (repercusión en sectores ligados, como la industria metalmecánica y el transporte).

* La escasez de lluvias podría aumentar los reclamos de los agricultores, y sumarse a sus críticas por la intervención del mercado del trigo y las altas tasas impositivas aplicadas a sus exportaciones, por las que chocaron con la presidenta Cristina Fernández en el 2008 en un conflicto que paralizó al país.