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Perspectivas de crecimiento económico en Brasil

Las acciones no dejan de dar sorprendentes ganancias. La inflación está en una inimaginable tasa debajo de 4%. Y la inversión extranjera crece en medio de señales de un lento pero sostenido crecimiento económico futuro, independientemente de quien gane las elecciones.

19 de septiembre de 2006

Sao Paulo
 
Las tasas de interés aún están por las nubes, quien quiera iniciar un negocio enfrenta una burocracia endemoniada y las leyes laborales vuelven más caro despedir a un trabajador incompetente que dejarlo en la nómina.

Pero los problemas de la economía de Brasil están lejos del colapso que muchos vislumbraron cuando el presidente Luiz Inacio Lula da Silva asumió el gobierno en enero del 2003 como el primer dirigente izquierdista.

Lula busca ahora un segundo mandato en las elecciones del 1 de octubre, prometiendo seguir las políticas económicas ortodoxas que lo transformaron de un ex líder sindical radical en un aliado de la Avenida Paulista, centro de las inversiones y el corazón financiero de Brasil.

Su más próximo rival, el ex gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, es visto como un dirigente aún más cercano al sector privado, lo que convierte la elección presidencial, alguna vez un evento incierto, en un paseo para los inversionistas.

Las encuestas muestran a Lula como ganador de la contienda con más de 50% de los votos.

Alckmin no ha conseguido reducir la diferencia pese a sus ataques a Lula y a las políticas que mantiene a Brasil entre los de menor crecimiento económico en América Latina: baja inversión para mejorar una destartalada infraestructura y estado de la educación en un país de 185 millones de habitantes donde muchos nunca alcanzan la educación secundaria.

Tampoco lo han logrado los rivales de Lula en la izquierda, desde donde le acusan de haber traicionado sus promesas al implantar políticas económicas conservadoras.

"La quintaesencia de la izquierda se transformó en un modelo de disciplina fiscal", dijo Michael Shifter, analista para Latinoamérica en el instituto Diálogo Interamericano, con sede en Washington. "En un segundo mandato de Lula veríamos la continuidad de la moderación y el pragmatismo en las políticas económicas", agregó.

En su actual mandato, Lula impresionó incluso a sus críticos al pagar miles de millones de dólares en acreencias internacionales y aumentar el gastos en programas sociales sin elevar los impuestos.

Con el presidente y su Partido de los Trabajadores (PT) en la contienda electoral por otros cuatro años en el poder, los inversionistas esperan que las tasas de interés caigan, a pesar de la lentitud. Las reformas impositivas y laborales actualmente estancadas en el congreso serían debatidas nuevamente, pero todos se preguntan si serán aprobadas y lograrán reducir los altos costos de hacer negocios en el país.

Sin embargo, la confianza del sector empresarial sigue alta, como muestra un anuncio de IBM Corp. de casi duplicar su fuerza laboral para llegar a 20.000 empleados en los próximos años y cubrir una creciente demanda en servicios de computación.

La situación macroeconómica de Brasil conduce a la expansión y la expectativa es que no habrá grandes giros en el frente económico que modifiquen el escenario, afirmó Rogerio Oliveira, gerente de IBM en Brasil.

"Estamos en un nivel que no habíamos visto en muchos años", añadió.

Todo eso ha generado estadísticas impresionantes en el sector de negocios:

_ La inversión extranjera llegó a 21.500 millones de dólares el año pasado, su mayor nivel desde el proceso de privatización entre 1998-2000.

_ El índice de la Bolsa de Valores de Sao Paulo ha repuntado 220% desde que Lula asumió el gobierno, llegando a los 40.000 puntos en enero. Los bancos han estado entre los grandes ganadores.

_ La moneda nacional, el real, se ha fortalecido un 40% frente al dólar de Estados Unidos.

_ La inflación está en 3,8%, inferior al 13% de comienzos del mandato de Lula.

Lo más jugoso de los empresarios brasileños y extranjeros que tienen operaciones aquí es la tasa de interés referencial del mercado, la Selic, que actualmente es de 14,25%, pero que se traduce con frecuencia en una tasa de 50% o más para los pequeños negocios y el consumidor.

Sin embargo, la tasa Selic es inferior al 19,75% que llegó a regir para controlar la inflación y los analistas estiman que puede caer a 13,75% para fines del 2006 y seguir bajando en próximo año.

Pero Brasil sigue extremadamente vulnerable a fuerzas económicas externas porque gran parte de su economía depende de los volátiles precios de productos como café, soya y azúcar.

El país también está exportando masivamente hierro y acero para alimentar el potente crecimiento de China. Cualquier desaceleración en Asia tendría severas repercusiones.

FUENTE: AP