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Paulson visita China para hablar de comercio

El funcionario ha sentido la presión del partido demócrata en el sentido de obligar a China a revaluar su moneda.

7 de marzo de 2007

Beijing_ El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, llegó el miércoles a Beijing para dialogar con las autoridades chinas sobre la política monetaria del régimen comunista e intentar reducir su superávit comercial.

 

Minutos después de aterrizar en Beijing, Paulson se reunió en el aeropuerto con la viceprimera ministra Wu Yi. Paulson se trasladará el miércoles a Shanghai, donde el jueves pronunciará un discurso en la bolsa de esa ciudad.

 

Ninguno de los dos funcionarios formuló comentario alguno. Sin embargo, Wu estuvo acompañada por el canciller, el ministro de Comercio y el gobernador del Banco Central de China.

 

Paulson, en su tercera visita a China en menos de un año como secretario del Tesoro, está cada vez más presionado por el Congreso que controlan los demócratas para que obligue a China a revaluar su moneda. Los congresistas demócratas consideran que el secretario ha actuado con lentitud en este asunto y creen que la única forma de obligar Beijing a encarecer el yuan es bajo la amenaza de sanciones económicas.

 

"El reloj político sigue avanzando", dijo el analista de la Cámara de Comercio estadounidense Myron Brilliant. "Los congresistas no van a hacer un alarde de paciencia con el gobierno (de Bush) y el gobierno, y están empeñados en ver pronto resultados factibles", agregó.

 

Por ello, Paulson se encuentra en una delicada situación en China. Debe aplacar la indignación e impaciencia de la industria y los legisladores de Estados Unidos al mismo tiempo que mantiene encauzado un "diálogo económico estratégico" con las autoridades chinas que permita solucionar varios temas pendientes: desde la piratería china de productos estadounidenses a las acusaciones de que Beijing refuerza su superávit mercantil al manipular su moneda en los mercados de cambio.

Los líderes legislativos estadounidenses culpan a las importaciones chinas (y el déficit comercial que el año pasado llegó a los 232.500 millones de dólares) de la pérdida de empleos fabriles en Estados Unidos y amenazaron con adoptar represalias, principalmente en la forma de aranceles punitivos.

 

 

AP