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Paulson: Plan de rescate no es para automotrices

12 de noviembre de 2008

Washington.- El secretario del Tesoro Henry Paulson consideró el miércoles el sector automotor una "industria crucial para nuestro país", pero agregó que los 700.000 millones de dólares destinados por el gobierno para un plan de rescate financiero no incluyen al sector del automóvil.

Preguntado por el plan de los legisladores demócratas de aportar ayuda financiera a la industria del motor, Paulson advirtió que "cualquier solución tiene que conducir a un plan de viabilidad a largo plazo" de esa industria, aquejada de costos de producción y sociales no competitivos.

Agregó que el Congreso podría aportar fondos más accesibles a la industria del automóvil dentro de un plan de 25.000 millones de dólares de préstamos aprobado en septiembre para desarrollar vehículos de menor consumo.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid desean más fondos públicos para mantener la industria automotriz, acosada por malas ventas, la restricción del crédito y salarios no competitivos de su fuerza laboral, así como onerosas cargas sociales para cubrir el seguro médico y los medicamentos de más de 700.000 jubilados.

Pelosi pidió el martes una "ayuda financiera de emergencia y limitada" para la industria automotriz que sería completada dentro de unos días.

Cinco días después de los pobres balances financieros anunciados por General Motors Corp. y Ford Motor Co., Pelosi respaldó un proyecto de ley que facilitaría la inclusión de las empresas automotrices en el programa de rescate financiero de 700.000 millones de dólares aprobado por el Congreso en octubre.

"A fin de impedir la bancarrota de una o más de las empresas automotrices más importantes de Estados Unidos ... el Congreso y el gobierno de Bush debe adoptar de inmediato las medidas" que sean necesarias, dijo Pelosi.

Reid dijo que los demócratas están dispuestos a aprobar un proyecto de ley para "salvar los empleos de millones" de personas. "Solamente lo lograremos si el presidente (George W.) Bush y los senadores republicanos trabajan con nosotros en forma bipartidista, y estoy seguro que harán lo que más beneficie a nuestra economía", agregó.

El gobierno de Bush concluyó que el plan de ayuda aprobado con anterioridad no permite otorgar créditos a la industria automotriz.

La vocera de la Casa Blanca Dana Perino dijo que las empresas automovilísticas adoptaran malas decisiones empresariales "a lo largo de los años que condujeron a esta situación, pero hemos hecho todo lo posible para ayudar a esas industrias". Con todo, agregó que la Casa Blanca está dispuesta a escuchar las alternativas para dar una mano, una vez más, a esa industria.

Antes de postergar sus sesiones de cara a los comicios, el Congreso aprobó una legislación que destina 25.000 millones de dólares en créditos garantizados por el gobierno para las empresas automotrices, a fin de que produzcan vehículos más eficientes.

Desde entonces, los ejecutivos del ramo y los dirigentes del sindicato del ramo (UAW por sus siglas en inglés) pidieron fondos adicionales para evitar la posible bancarrota de una de las industrias básicas de Estados Unidos, incluyendo 50 millones de dólares adicionales para cubrir el pago del seguro médico de unos 780.000 jubilados y sus familias.