Home

Noticias

Artículo

París confirma su interés por la energía nuclear pese a Fukushima

El primer ministro francés, François Fillon, confirmó la política nuclear energética nacional y aseguró que tras el accidente de Fukushima (Japón), el pasado marzo, "invertir fuertemente en la seguridad es la prioridad de las prioridades".

29 de agosto de 2011

En un discurso pronunciado durante una visita a la central de Bugey, este de Francia, una de las más antiguas del país, Fillon indicó que en el marco del programa de inversión de futuro el Gobierno dotó al programa nuclear con 1.000 millones de euros.

El jefe del Ejecutivo aseguró que en Francia "todas las centrales nucleares funcionan con equipamientos constantemente mejorados y regularmente revisados".

Recordó, asimismo, que desde 2006 Francia inscribió en la ley la exigencia de transparencia en todo lo relativo a la energía nuclear, sector en el que, resalto, Francia "conserva un avance tecnológico y un dominio internacionalmente reconocidos".

Lanzado hace medio siglo por el presidente Georges Pompidou durante la primera crisis petrolera, el programa electronuclear francés es una elección "estratégica que resultó ser juiciosa", pero que impone "un gran sentido de responsabilidad", añadió.

Recordó que después de Fukushima los países europeos lanzaron una serie de pruebas para verificar la resistencia de sus centrales a catástrofes naturales y eventos de origen humano, y que en Francia la Autoridad de Seguridad Nuclear divulgará sus primeras conclusiones antes de que termine 2011.

Tras éste grave accidente nuclear, países como Alemania decidieron erradicar la energía nuclear antes de 2022, pero Francia, precisó, continuará "asumiendo, con una clarividencia reforzada", la elección de la energía atómica y el lugar esencial que ocupa en la economía y el bienestar cotidiano de los franceses, recalcó.

Las asociaciones ecologistas criticaron hoy el hecho de que las pruebas de resistencia que promueve el Gobierno no tienen en cuenta ni los transportes nucleares ni un eventual atentado terrorista.

A esto último Fillón respondió en rueda de prensa que para impedir ese tipo de ataques "hay otros medios más allá del cemento" y que Francia vigila "extremadamente toda aeronave que se acerca a una central nuclear".

Agregó que, por otra parte, las nuevas centrales fueron ya concebidas para resistir ese tipo de ataques.

Las condiciones de seguridad de la central de Bugey, que desde hace más de 30 años produce el 40 % de la energía que se consume en la región Rhône-Alpes (este), fueron hoy particularmente criticadas por los colectivos antinucleares del país.

Según uno de ellos, Sortir du nucléaire, esta central situada a 35 kilómetros de Lyon es una de las más peligrosas de Francia, pues sus reactores "envejecen y acumulan disfuncionamientos".

Además de estar ubicada "en una zona sísmica inundable en caso de ruptura de las presas situadas río arriba", esta planta amenaza una región poblada por 2,8 millones de habitantes en un área de 50 kilómetros cuadrados, según los cálculos del colectivo. 

(EFE)