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ONU pide a firmas textiles internacionales mejoras en Bangladesh

La ONU ha pedido a las firmas mundiales de ropa que mejoren las condiciones de los millones de empleados que tienen en Bangladesh, donde se cumplen quince días del derrumbe de un complejo textil en el que el número de muertos se acerca al millar.

9 de mayo de 2013

El organismo internacional emitió un comunicado en el que se refiere a la tragedia sufrida en Bangladesh, donde un complejo textil se derrumbó el pasado 24 de abril cerca de la capital Dacca, y que ha causado hasta el momento 940 muertos y 2.437 heridos.

"Las firmas internacionales que producen en Bangladesh tienen la responsabilidad de proteger los derechos humanos" de sus trabajadores, dijo Pavel Sulyandziga, que dirige actualmente uno de los grupos de la ONU sobre los derechos laborales y humanos.

El funcionario asegura que los productores que operan en Bangladesh tienen la obligación de "ejercer su influencia como compradores de estas manufacturas" para promover un cambio en las condiciones laborales de los trabajadores del país asiático.

Bangladesh es el país del mundo con costes más baratos de producción en la industria de la ropa y por eso empresas de todo el mundo, incluido China, están trasladando parte de su producción al país asiático, de acuerdo con la Campaña Ropa Limpia.

Esto ha supuesto que la industria textil haya pasado a representar el 78 % de las exportaciones de Bangladesh, unos 19.000 millones de dólares, según datos oficiales, un sector que cuenta con 5.400 fábricas y más de cuatro millones de trabajadores, la mayoría mujeres.

Pero la tragedia del edificio Rana Plaza -de nueve plantas- ha puesto de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de fábricas textiles en el país asiático, que abastecen a las grandes multinacionales occidentales.

El experto de la ONU señaló que varias de las fábricas que operaban en el edificio que se derrumbó al parecer habían sido auditadas en el pasado y que, sin embargo, estas auditorías habían excluido por completo los problemas estructurales del edificio.

Según la policía, un día antes de la tragedia aparecieron numerosas grietas en el edificio siniestrado, pero los propietarios de las fábricas las ignoraron y obligaron a sus empleados a acudir a sus puestos de trabajo a pesar del riesgo que corrían.

Desde entonces, el Ejército y los equipos de rescate recuperan a diario decenas de cadáveres entre los escombros, donde se ocultan aún un número indeterminado de cuerpos.

"Seguimos trabajando día y noche sin pausa para recuperar los cadáveres que están bajo los escombros. No pararemos la operación hasta que hayamos recuperado todos los cuerpos", informó a Efe el portavoz del Ejército de ese país asiático, Shahinul Islam.

Según el rotativo The Daily Star, 671 cadáveres han sido entregados a los familiares de las víctimas, 79 fueron enterrados tras no poder ser identificados por su estado de descomposición y el resto están en un centro escolar a la espera de ser reconocidos.

El Gobierno bangladeshí anunció ayer que ha clausurado provisionalmente 18 fábricas textiles por motivos de seguridad desde que ocurrió la tragedia, considerada ya el peor siniestro del sector en la historia de Bangladesh.

También está llevando a cabo inspecciones la Asociación de Manufactureros y Exportadores de Artículos de Punto (BGMEA), que por su parte ha ordenado clausurar ocho fábricas que serán sometidas a un plan de supervisión técnica.

"Hemos pedido a los dueños de todas las fábricas que nos entreguen un informe antes del 30 de mayo" sobre el estado de la "estructura" de las instalaciones, dijo hoy a Efe el vicepresidente del BGMEA, Shahidulá Azim.

En el último medio año se han registrado cuatro graves siniestros mortales en Bangladesh -tres incendios y un derrumbe- en fábricas del ramo, el último de ellos un incendio esta madrugada en un barrio de Dacca que causó la muerte a siete personas.

EFE/D.com