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Occidente advierte a Rusia por su incursión militar en Georgia

14 de agosto de 2008

LONDRES  _ Occidente amenazó a Rusia con expulsarla del elitista Grupo de los Ocho países más industrializados como castigo por su incursión militar en la ex república soviética de Georgia. Tres países suspendieron su participación en un ejercicio militar con fuerzas rusas, planeado en una era de cooperación después de la Guerra Fría.

¿Pero hasta dónde llegará Occidente y cuánto pueden perder ambos bandos? Y para empezar... ¿Qué países son exactamente "Occidente" en esta era postsoviética?

Gran Bretaña y Estados Unidos indicaron el miércoles que Rusia podría ser expulsada del club del G-8 y otras instituciones internacionales en represalia por sus acciones en Georgia, amenazas sutiles que han sido respaldadas por Letonia y Polonia.

Empero, Italia, Alemania y Francia _ esta última a cargo actualmente de la presidencia rotativa de la Unión Europea _ son renuentes a tomar partido, subrayando las divisiones que datan de la Guerra Fría y resaltando una hendedura cada vez mayor en la eurozona, de 27 naciones.

Las amenazas no asustaron a Rusia, que continuó avanzando por el territorio georgiano de Osetia del Sur a pesar de haber afirmado antes que había suspendido sus operaciones militares como parte de un acuerdo de cese de hostilidades.

La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, afirmó que Rusia ha ido demasiado lejos. Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos se retiraron de un ejercicio naval importante con Rusia en el norte del Pacífico, programado para empezar el viernes.

La expulsión de Rusia del G-8 tendría escasas consecuencias prácticas, dada la falta de poder del grupo para aplicar sanciones, pero excluir a los rusos de otros organismos internacionales, como la Organización Mundial de Comercio o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París, sí podrían pesarle a Moscú, cuando el país trata de reconquistar estatura internacional y acceso a los mercados rentables para sus reservas de crudo y gas.

"Hasta ahora, todos hemos perdido", afirmó el ex presidente polaco Lech Walesa, laureado con el premio Nobel de la Paz, en declaraciones a The Associated Press.

"Rusia perdió porque enfureció al mundo entero y parece estar regresando a sus métodos viejos. Europa... ha mostrado alguna acción turbulenta e incapacidad para organizarse, mientras Estados Unidos se ha mostrado impotente e ineficaz".

Gran Bretaña ha sido uno de los críticos más abiertos de las acciones rusas. Las relaciones diplomáticas entre ambos países se han hundido a niveles no vistos desde la Guerra Fría.

Las tensiones se agravaron el mes pasado cuando Rusia _ junto con China _ vetó propuestas de sanciones nuevas contra Zimbabue en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, apenas días después de que el presidente ruso Dimitry Medvedev prometió al primer ministro británico, Gordon Brown, que él apoyaría medidas más duras hacia el país africano.

Rusia es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo con poder de veto. Los otros son Gran Bretaña, China, Francia y Estados Unidos.

Funcionarios británicos que hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado de la situación dijeron que la exclusión de Rusia de organismos internacionales podría ayudar en los esfuerzos para frenar al Kremlin.

La detención de visas para los funcionarios estatales y sus parejas también ha demostrado cierta eficacia antes, dijeron las fuentes a la AP.

Los energéticos también han sido un asunto importante en las negociaciones, pues Rusia le proporciona a la UE aproximadamente un tercio del petróleo que consume y alrededor del 40% de su gas natural.

Rusia ha bloqueado las visas para los directivos del gigante británico de los combustibles BP PLC. Una quinta parte de las reservas de gas del mundo están en Rusia y son controladas por Gazprom, un gigante ruso que busca tener una participación del 20% del gas doméstico de Gran Bretaña para 2015.

 

(AP)