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Obstaculizan licitación de construcción de represa en Brasil

La policía antimotines detuvo a unos 80 manifestantes que demoraron las ofertas por el dique San Antonio de 3.150 megavatios asaltando las oficinas de Brasilia de la agencia Aneel, de acuerdo con un informe de la agencia noticiosa estatal Agencia Brasil.

10 de diciembre de 2007

Sao Paulo.- Un grupo de manifestantes interrumpió el lunes el comienzo de una licitación para construir una importante represa en la selva amazónica que comenzará una nueva etapa de proyectos de energía hidroeléctrica en Brasil.

El Movimiento de la Población Afectada por Represas organizó la protesta junto a grupos de trabajadores sin tierra, al considerar que el proyecto sobre el río Madeir, cerca de la frontera con Bolivia, y otro de las inmediaciones, podrían obligar a abandonar sus viviendas a 10.000 personas de poblaciones rurales del área.

La policía arrestó a ocho manifestantes y varios cientos marcharon posteriormente desde la oficina de la agencia hacia el Congreso. La agencia, no obstante, dijo que la licitación será en la tarde.

Algunos activistas de medio ambiente sostienen que la represa podría dañar una zona prístina del Amazonas, pero el gobierno considera que es necesaria para ayudar a evitar una escasez del suministro energético en el país más grande de América Latina.

Se trata de la primera expansión hidroeléctrica de magnitud de Brasil desde que se terminó la represa Xingo sobre el río San Francisco en 1994. Cerca del 75% de la energía eléctrica del país es suministrada por represas hidroeléctricas.

Las tres empresas que buscan quedarse con el proyecto del dique San Antonio _que costaría unos 5.300 millones de dólares_ cuentan con una participación de las empresas de electricidad estatales.

Se espera que en mayo el gobierno licite la construcción del dique Jirau _ en la misma área del río Madeira que el dique San Antonio_ que podría generar 3.326 megavatios de energía. Juntas, ambas represas suministrarían el 8% de la energía necesaria en el país.

Se espera que el dique San Antonio comience a funcionar en el 2012, y el Jirau en el 2013.

 

 

AP