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No habrá bajas de intereses

Reducir los intereses sería inconveniente para los colombianos, en especial los más pobres y vulnerables, dice el Banrepública. La baja no acelera el crecimiento.

8 de agosto de 2008

Reducir las tasas de interés en este momento sería inconveniente para los colombianos más pobres, dijo en la Asamblea General de la Andi, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe.

“Sería inconveniente para los colombianos, en especial para los más pobres y vulnerables de la población. Una disminución de las tasas de interés ahora enviaría una señal de despreocupación por la inflación y aceleraría la transmisión de los precios de los alimentos y combustibles a los demás precios de la economía”, explicó.

“Al final, esa política produciría un resultado altamente costoso para los colombianos, con un incremento de la inflación y sin ganancias permanentes en términos de actividad económica”, añadió Uribe.

En su intervención en la Asamblea General Ordinaria de la ANDI, el Gerente General enfatizó que la lección de los últimos 50 años es que, cuando la inflación echa raíces, el costo de controlarla en el futuro se refleja en un período prolongado de bajo crecimiento y alto desempleo.

El Gerente afirmó que “los aumentos de los precios de los alimentos y los combustibles no solo han afectado la inflación, sino también han tenido un fuerte impacto sobre la producción. Los precios suben dejando menos recursos para ser gastados en otros bienes y servicios. Esto ha afectado la demanda y la producción de algunos productos, especialmente los industriales y los servicios. La disminución en la demanda por este motivo ha generado una reducción en el consumo de las familias, superior a la que se produce por el encarecimiento del crédito”.

Así mismo, el Gerente afirmó que “los precios de las materias primas nacionales e importadas han aumentado fuertemente, no solo los de origen agrícola y petrolero, sino también los de los metales. Muchas de estas materias primas tienen un impacto fuerte en los costos de producción de algunos sectores productivos. Las presiones de costos de las empresas implican recortes en sus márgenes de ganancia y desestimulan la producción”.

Señaló que “un diagnóstico completo de la situación macroeconómica atribuye la desaceleración de la economía no solo al efecto de la política monetaria, sino también al impacto sobre los costos de producción del incremento en los precios del petróleo, los metales y los alimentos.

Por último, el Gerente afirmó que “la respuesta apropiada de los bancos centrales frente a un incremento persistente pero temporal en los precios de los alimentos y los combustibles es mantener una política monetaria que desaliente el contagio de esos precios al resto de precios y expectativas. De esa manera, se evita que un fenómeno que ahora tiene un componente externo y localizado se convierta en una inflación generalizada e interna.