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Nacionalización boliviana costará millones a empresas

El gobierno boliviano también tomó el control de cinco compañías privadas, entre ellas una filial de Repsol y dos refinerías de la brasileña Petrobras, los dos mayores inversores extranjeros en la industria energética del país.

2 de mayo de 2006

Bolivia prometió el martes garantizar la rentabilidad de las petroleras extranjeras en el país, aunque adelantó que su decisión de nacionalizar su industria de hidrocarburos le va a costar cientos de millones de dólares a las compañías.
 
Mientras tropas bolivianas custodiaban instalaciones petroleras, desde Bruselas la Unión Europea mostró su preocupación por el anuncio del lunes del presidente Evo Morales de que el Estado pasaba a ser dueño de todos los recursos energéticos del país más pobre de Sudamérica.
 
En Madrid, el gobierno español dijo que convocará en los próximos días a una reunión con las empresas con intereses en Bolivia, mientras que la acción de la petrolera española Repsol-YPF se hundió por sus fuertes inversiones en la nación andina.
 
El gobierno boliviano también tomó el control de cinco compañías privadas, entre ellas una filial de Repsol y dos refinerías de la brasileña Petrobras, los dos mayores inversores extranjeros en la industria energética del país.
"La Comisión tomó nota con preocupación del decreto (...) que nacionaliza la industria boliviana," dijo el portavoz del titular de la Comisión Europea, Johannes Laitenberger, en un encuentro con periodistas.
 
A las 1600 GMT, las acciones de Repsol-YPF caían un 0,84 por ciento, a 23,48 euros, tras llegar a perder más del dos por ciento por las medidas en Bolivia, que le permitirán al Estado casi sextuplicar sus ingresos generados por los hidrocarburos, a unos 780 millones de dólares para el 2007.
 
"Esperamos que haya un proceso de discusión y consultas antes de adoptar las medidas," agregó el portavoz europeo.
 
Morales dio 180 días a las petroleras privadas para que renegocien con el gobierno una readecuación de sus contratos de explotación a la nueva legislación, que reduce su papel a meros operadores, o que abandonen el país.
 
A cambio del control de la industria hidrocarburífera, el Estado boliviano dará a las petroleras un porcentaje del valor de lo que produzcan para cubrir sus costos de operación, amortizar inversiones y generar utilidades.
Pero, en los dos principales campos de gas natural del país, la compensación apenas alcanza al 18 por ciento, con lo que Petrobras adelantó el lunes que sus operaciones en Bolivia se convirtieron en "inviables."
 
Aunque por la medida, Petrobras dejará de percibir 1.500 millones de dólares en los próximos 12 años, según reconoció el vicepresidente boliviano, Alvaro García, a una radio al agregar que, no obstante, Petrobras tendrá garantizado un margen de utilidad de "al menos 15 por ciento" en esos campos.
 
García no dio más detalles sobre cómo funcionaría esa garantía.
 
En Madrid, el ministro de Industria español, José Montilla, aseguró que "Bolivia (...) necesita inversiones extranjeras (...) y estos hechos desincentivan."
En tanto, el presidente ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau, se mostró "consternado" por las medidas bolivianas.
 
Bolivia posee la segunda mayor reserva de gas natural de Sudamérica detrás de Venezuela.
 
Para controlar los niveles de producción, el gobierno boliviano militarizó las 56 instalaciones petroleras en el país, que incluyen campos productores, ductos y las dos refinerías de Petrobras.
 
Otras compañías energéticas europeas con operaciones en Bolivia son British Gas y la
francesa Total .
 
Morales adelantó que su próximo objetivo es nacionalizar la industria minera boliviana.
 
FUENTE: AP