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Municipalidad parisina quiere alquilar autos por horas

28 de julio de 2008

París.- Un programa que permite alquilar bicicletas en un punto específico de la ciudad y devolverlas en otro tuvo tanto éxito que el alcalde de París ha lanzado una iniciativa similar, pero con vehículos de cuatro ruedas, propulsados por electricidad.

Si el proyecto del alcalde Bertrand Delanoe se hace realidad, una persona podrá recoger un auto eléctrico en la margen izquierda del Sena, cruzar el río, subir por las calles retorcidas de Monmartre y entregarlo allí, pagando únicamente por los minutos usados. La iniciativa, no obstante, no ha sido tan bien aceptada como la de las bicicletas. En una época marcada por el alto costo de la gasolina, mucha gente se muestra entusiasmada con la posibilidad de alquilar autos por horas y no tener que lidiar con el drama del estacionamiento. Pero hay quienes la consideran un retroceso, que podría complicar los problemas de tráfico y aumentar la dependencia de los automóviles.

Delanoe anunció en junio un proyecto denominado Autolib, a ser lanzado a fines del 2009 o principios del 2010 con una flota de 4.000 automóviles eléctricos. Igual que con el programa Velib de bicicletas, una persona podrá alquilar un auto en uno de 700 sitios habilitados y devolverlo en otro. Este tipo de planes está ganando popularidad en muchos países, pero generalmente son compañías privadas como Zipcar. Autolib, en cambio, es una iniciativa de la municipalidad de París.

Uno de los objetivos de esta iniciativa es combatir la contaminación. Según Annick Lepetit, vicealcalde a cargo del transporte, Autolib intentará atraer a las personas que consideran comprar su primer auto, en la esperanza de disuadirlos de que lo hagan.

Aseguró que un reciente estudio indica que la mayoría de los parisinos ve con buenos ojos la idea de compartir autos con planes como el de Autolib, incluidos muchos que tienen licencias de conducir pero no tienen autos. Uno de los principales opositores al proyecto, no obstante, es el Partido Verde. Denis Beaupin, a cargo de la política de los verdes sobre medio ambiente, ocupó el cargo de Lepetit en el pasado y supervisó el lanzamiento del programa de bicicletas.

Pero cuando el alcalde la propuso un programa similar con autos, Beaupin salió corriendo. "No pienso ser el vice de Autolib", dijo el dirigente al diario Liberation.

Beaupin señaló que los verdes preferirían un sistema en el cual los autos son devueltos en el mismo sitio donde fueron recogidos, para garantizar que son usados únicamente en situaciones especiales. Abeykoon Kapugoda, de 50 años, es un maitre de hotel que vive en el suburbio de Villejuif y tiene un auto. Pero en París prefiere usar autobuses para evitarse el tener que encontrar estacionamiento.

"Si resulta tan fácil estacionar en los centros de Autolib, lo usaría", afirmó, mientras esperaba por un autobús. "Y desde ya que preferiría conducir un vehículo que no contamina".

A Elsa Bergamo, estudiante universitaria de 21 años, le encanta el programa de Velib. Como tantos parisinos jóvenes, no tiene licencia de conducir --sacar una cuesta bastante dinero--, pero de todos modos se siente intrigada por el concepto de Autolib. "No todo el mundo está en condiciones de comprar un auto, de modo que esto podría ser muy útil", manifestó. Todavía no se ha asegurado la financiación del proyecto y Lepetit dijo que si no se encuentra una empresa capaz de suministrar 4.000 autos eléctricos a tiempo, se podría contemplar el uso de híbridos que no emiten gases.

En Lyon, al este del país, está funcionando un programa similar, con autos que funcionan con gasolina normal. Hay una flota de 50 autos.

Si el proyecto de Autolib tiene tanto éxito como el de las bicicletas, daría impulso a la campaña del alcalde Delanoe en procura del liderazgo del Partido Socialista. En los siete años que lleva en la alcaldía Delanoe ha librado una gran batalla contra los congestionamientos de tráfico y la contaminación.

Velib comenzó a funcionar en julio del 2007 y le cambió la fisonomía a París, incorporando 16.000 bicicletas plateadas que se alquilan en 1.200 centros diseminados a lo largo y ancho de la ciudad. En un año hubo 29 millones de alquileres y unas 200.000 personas se abonaron al servicio. No todos están contentos, no obstante, sobre todo con los problemas que generan algunos conductores torpes. Se han registrado tres muertes relacionadas con las bicicletas de Velib.

La empresa festejó su primer cumpleaños el domingo en grande: 365 bicicletas plateadas de Velib cruzaron la línea de llegada del Tour de Francia poco antes que el ganador.

 

 

AP