Muere Augusto Pinochet sin comparecer a la justicia

SANTIAGO DE CHILE.

Pinochet, quien a sus 91 años se recuperaba de un infarto al miocardio que sufrió el 3 de diciembre, instauró una dictadura de 16 años y medio caracterizada por una implacable persecución de quienes consideraba sus enemigos marxistas, pero nunca reconoció los abusos ni pidió perdón.

Su dictadura sentó las bases para la economía más estable en América del Sur, pero su represión a la disidencia convirtió a su nombre en sinónimo de "terrorismo de Estado".

Miles de personas, en su mayoría mujeres, llorando y con retratos de Pinochet en sus manos, se congregaron frente al hospital a los pocos minutos de conocerse el deceso, difundido en despachos urgentes por las radios y canales de televisión.

Casi simultáneamente miles de detractores del ex gobernante celebraban la noticia en la Plaza Italia, un céntrico parque de Santiago donde habitualmente se celebran los triunfos deportivos chilenos.

Mientras unos rezaban el rosario en las afueras del hospital en un improvisado altar, otros destapaban botellas de champaña en la Plaza Italia.

Decenas de manifestantes, confundidos entre centenares que marchaban tranquilos por el centro capitalino fueron violentamente dispersados por la policía antimotines que uso gran cantidad de bombas lacrimógenas y carros armados con cañones de agua. Ellos intentaban acercarse hasta el edificio de las fuerzas armadas a una cuadra de la sede de gobierno, rodeada con rejas de seguridad.

El jefe policial de orden y seguridad, general Jorge Acuña, dijo que se estaba usando "la fuerza necesaria" e informó que al anochecer había seis policías heridos. El subsecretario del Interior, Felipe Harboe, dijo que se trató de "un número minoritario", que los detenidos iban en aumento y llamó a la calma durante la noche.

Pese al llamado de Harboe, los disturbios se extendieron hasta pasada la medianoche a varios suburbios obreros de la capital, dejando un saldo no determinado de manifestantes detenidos. La policía dijo que al menos 23 de sus hombres fueron heridos, incluso un mayor y un capitán.

Los manifestantes encendieron barricadas de fuego bloqueando el trafico en varias avenidas.

Pinochet, cuyo régimen se caracterizó por la represión a las manifestaciones populares, justificaba su autoritarismo como una cruzada para construir una sociedad sin comunismo, e incluso se atribuía un crédito parcial por la caída del bloque soviético.

En la madrugada del lunes, la carroza fúnebre con los restos de Pinochet fue sacada subrepticiamente desde el hospital y llevada hasta la Escuela Militar, que dispuso su salón central para que los seguidores del ex dictador puedan verlo por última vez, en varios responsos y misas a lo largo del lunes, según informes de los canales de la televisión estatal y del privado Mega.

El gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet anunció que dispuso que Pinochet "reciba en sus exequias los honores que corresponden a un ex comandante en jefe del ejército", según el reglamento castrense. Los funerales fueron anunciados para el martes.

De acuerdo con esta disposición, no habrá honores de ex presidente de la república para el ex mandatario de facto, pero el gobierno autorizó banderas a media asta "en los recintos del ejército y en sus unidades militares".

Pinochet murió junto a su familia al experimentar una "descompensación aguda en forma brusca e inesperada", señaló un escueto comunicado leído por el vocero del Hospital Militar, doctor Juan Ignacio Vergara.

Pinochet asumió el poder en un cruento golpe de estado que derrocó el 11 de septiembre de 1973 al presidente socialista Salvador Allende, quien lo había nombrado comandante del ejército apenas 19 días antes.

Desde el comienzo de su dictadura Pinochet hizo actuar a una policía represiva que persiguió sin piedad a las autoridades y a partidarios del gobierno de Allende. Su régimen concluyó con un saldo oficial de 3.197 disidentes muertos, entre ellos 1.200 detenidos-desaparecidos.

En su último cumpleaños, el 25 de noviembre, Pinochet asumió la responsabilidad "de los hechos" ocurridos durante su régimen, pero nunca pidió perdón ni admitió las violaciones a los derechos humanos, que para él fueron solo "excesos" de sus subalternos.

Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos dijo que "ha muerto la peor escoria que ha parido esta Patria, el 10 de diciembre, mira que ironía más grande", en alusión al Día Internacional de los Derechos Humanos.

El ex ministro y presidente del Partido Por la Democracia, Sergio Bitar, tras expresar las condolencias a la familia de Pinochet, añadió que "hay que hacer un juicio histórico".

"Pinochet impuso la dictadura más brutal, su período de 17 años de dictadura se caracterizó por la destrucción de la vida, junto con el aplastamiento de las libertades", añadió.

El diputado derechista Alberto Cardemil, ex viceministro del Interior (Gobierno) en la dictadura, manifestó: "Es la hora de la grandeza, no de la pequeñez, fue un ex presidente movido siempre por el patriotismo y yo espero que tenga honores de Estado".   Pinochet vivió sus últimos años recluido en una custodiada mansión de Santiago. Deja a su esposa, Lucía, dos hijos y tres hijas.